DOCUMENTO 3095 .CARTA DE BOLÍVAR PARA JOHN BAPTIST IRVINE, FECHADA EN ANGOSTURA EL 29 DE JULIO DE 1818 EN LA CUAL LE TRATA SOBRE LA INDEMNIZACIÓN QUE VENEZUELA HARÁ EFECTIVA A FAVOR DE LOS DUEÑOS DE LOS BUQUES NORTEAMERICANOS TIGRE Y LIBERTAD *

Sección
13) Período (01JUL 1818 AL 15FEB 1819) Correspondencia Oficial

Personas

Lugares

Palabras Clave

Descripción:
Angostura, 29 de julio de 1818. 8°.

Al señor Agente de los Estados Unidos de la América del Nor­te, Bautista Irvine.

Señor Agente:

Tengo el honor de acusar la recepción de las dos notas del 25 y 27 del corriente, que antes de ayer se sirvió V.S. poner en mis manos.

La primera no puede ser contestada de un modo formal y razonado sin consultar antes el proceso seguido para la con­dena de las goletas mercantes Tigre y Libertad pertenecientes a los ciudadanos de los Estados Unidos del Norte Peabody, Tucker y Coulter. Sólo me atreveré por ahora a adelantar a la consideración de V.S. las siguientes observaciones relativas a la segunda nota:

Los ciudadanos de los Estados Unidos, dueños de las gole­tas Tigre y Libertad, recibirán las indemnizaciones, que por el órgano de V.S., piden por el daño que recibieron en sus intereses, siempre que V.S. no quede plenamente convencido de la justicia con que hemos apresado los dos buques en cuestión. Tengo demasiada buena opinión del carácter elevado de V.S. para no referirme en todo al juicio que debe formar V.S. en su conciencia de nuestro procedimiento con los ciudadanos ame­ricanos, que olvidando lo que se debe a la fraternidad, a la amistad y a los principios liberales que seguimos, han intentado y ejecutado burlar el bloqueo y el sitio de las plazas de Guayana y Angostura, para dar armas a unos verdugos y para alimentar unos tigres, que por tres siglos han derramado la mayor parte de la sangre americana, ¡la sangre de sus propios hermanos! Yo siento con V.S. un sumo placer esperando que este sea el pri­mero y el último punto de discusión que haya entre ambas Repúblicas Americanas; pero siento un profundo dolor de que el principio de nuestras transacciones en lugar de ser de con­gratulaciones, sea, por el contrario de quejas.

Permítame V.S. observarle que, cuando el Gobierno de Ve­nezuela decretó el bloqueo del río de Orinoco, no solamente se propuso, sino que efectuó sitiar las plazas de Guayana y Angostura. Y yo pienso que el sitio de una plaza o plazas es algo más estrecho que un bloqueo marítimo, y pienso que los sitiadores gozan, por lo menos, de los mismos derechos que los bloqueadores. El ejército de Venezuela puso sitio a estas dos plazas en los primeros días de enero, y en esos mismos días pu­blicó el bloqueo y lo hizo efectivo de varios modos, como des­pués se manifestará.

En cuanto al daño de los neutrales, que V.S. menciona en su nota, yo no concibo que puedan alegarse en favor de los dueños de la Tigre y la Libertad los derechos, que el derecho de gentes concede a los verdaderos neutrales. No son neutrales los que prestan armas y municiones de boca y guerra a unas pla­zas sitiadas y legalmente bloqueadas. Si yo me equivoco en esta aserción tendré grande satisfacción de reconocer mi error.

Concluyendo, por donde he empezado, repito que yo me re­fiero al juicio que V.S. forme de la justicia con que hemos procedido en la condena de las goletas Tigre y Libertad perte­necientes a ciudadanos de los Estados Unidos, en vista de la respuesta que me propongo pasar a V.S.



Tengo el honor de ser con la mayor consideración de V.S. más atento servidor.

BOLÍVAR

* De un impreso moderno (Obras Completas del Libertador tomo I p.p. 313-314). El original se halla en el informe final dé Irvine a J. C. Adams, volumen titulado Notas Referentes a Vene­zuela. Sección del Archivo. ""Special Agents Series"", Departamento de Estado, Washington, Estados Unidos. La carta fue revisada por el profesor Manuel Pérez Vila. La firma y la rúbrica son autógrafas del Libertador; el resto es de mano de Jacinto Martel. El señor John Baptist Irvine, Agente de los Estados Unidos de Norte Amé­rica ante el Gobierno de Venezuela, había llegado al puerto de Angostura el 12 de julio de 1818, en el buque del Almirante Luis Brión. El mismo día presentó cartas credenciales ante el Jefe Supremo. El 15 de febrero de 1819, como invitado de honor, asistió a la sesión del Congreso de Angostura, durante la cual el Libertador pronunció su célebre discurso con ocasión de la presentación de la Constitución de la República. El 27 de marzo de 1819 partió para Estados Unidos.

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