DOCUMENTO 3018 .OFICIO DE BOLÍVAR PARA EL GENERAL EN JEFE JUAN BAUTISTA ARISMENDI, FECHADO EN ANGOSTURA EL 13 DE JULIO DE 1818, EN EL CLAL LE DA CUENTA DE LAS OPERACIONES QUE LLEVO A CABO EN LOS LLANOS DE CALABOZO CONTRA MORILLO *
Sección
13) Período (01JUL 1818 AL 15FEB 1819) Correspondencia Oficial
Personas
Lugares
Palabras Clave
Descripción:
Angostura, 13 de julio de 1818.
Al General J. B. Arismendi.
Las extraordinarias atenciones de la campaña que abrí en enero de este año me habían impedido comunicar a V.E. los detalles de las acciones que han tenido lugar. Daré a V.E. una idea ligera de ellos.
Después de batido el general Morillo en Calabozo y el Sombrero, siguió por las serranías hasta los Valles de Aragua. Yo le perseguí hasta donde pudo alcanzar mi caballería, y volví a Calabozo a organizar el inmenso territorio que habíamos libertado. Hecho esto emprendí mi marcha sobre los Valles de Aragua y llegué por el lado de Valencia hasta la Cabrera, y por el de Caracas hasta las Cocuizas, destinando, al mismo tiempo, una gruesa división por San Carlos que llamase la atención de Morillo que se hallaba en Valencia, mientras que yo batía a Latorre que se había retirado a la Laja. La división que debía obrar por San Carlos no pudo andar con tanta rapidez que impidiese a Morillo que viniese a la Cabrera y desalojase un cuerpo de tropas que se hallaba allí. Yo, para impedir que el enemigo tomase mis espaldas, y me impidiera las comunicaciones con los cuerpos de ejército que obraban por separado, retrogradé a la Villa de Cura y de allí al sitio de Semen, donde presenté batalla a todas las fuerzas reunidas del General Morillo. Esta fue sangrienta y tenazmente sostenida por ambas partes, pero, sin embargo, la victoria se declaró por nosotros y el enemigo tuvo una pérdida de mil hombres entre muertos y heridos, confesada por ellos mismos. Como mi infantería era infinitamente menor que la del enemigo y los combates habían sido muy repetidos mis municiones y fusiles se habían minorado mucho: volví a los Llanos a reparar mis pérdidas y sobre todo a pedir a esta plaza armas, y municiones de que carecía. Organicé efectivamente el ejército, y volví a batir los españoles en Ortiz que les obligué a desocupar y retirarse hasta la Villa de Cura, sin perseguirlos hasta aquélla porque los bosques los ponían a cubierto de la caballería. Deseoso siempre de atraerlos a la llanura, destiné de nuevo al General Páez sobre San Carlos, y este General tuvo la fortuna de batir tan completamente en la sabana de Cojedes al ejército español, compuesto hasta de los comerciantes y colegiales de Caracas que, después de haber dejado tendidos en el campo de batalla más de mil hombres, los obligó a retirarse precipitadamente a Valencia, dejándolo dueño del campo, de sus equipajes y de cuanto llevaban. Pero a pesar de tantos triunfos obtenidos en tantas batallas y combates, nuestra infantería y municiones se disminuían necesariamente y yo no recibía recursos de Angostura. Yo sería infaliblemente dueño de la provincia de Caracas y de su capital, si hubiera tenido a tiempo municiones y armas que poner en manos de centenares de hombres que se me presentaban por todas partes, y hubiera podido con estos elementos aprovecharme de las ventajas obtenidas tantas veces, persiguiendo al enemigo hasta sus últimos atrincheramientos. La falta de municiones y armas, repito, es la que me ha hecho volver a esta plaza para procurármelas por todos los medios, aun los más extraordinarios, dejando en el entretanto al señor General Páez con su numerosa e invencible caballería encargado de la defensa de los llanos de Harinas, Apure y Calabozo, ordenándole establezca su cuartel general en San Fernando defendido con 600 infantes. Efectivamente, el señor General Páez ha comenzado ya sus operaciones destruyendo completamente al Brigadier Morales el 28 de mayo en el Guayabal. Este se atrevió a acercarse hasta dicho pueblo con el objeto quizá de observar más de cerca los movimientos del General Páez, pero este General, después de haber dejado tendidos en el campo de batalla más de 300 carabineros, ha perseguido a Morales hasta el Sombrero, de donde no podrá salir sin ser destrozado por nuestras caballerías que ocupan todos los llanos, y que impiden a los españoles tomen ni ganado ni caballos.
El resultado de la campaña ha sido la destrucción de casi todas las tropas españolas. En los campos de batalla han quedado más de 4.000 hombres enemigos y puedo asegurar a V.E., que en todo Venezuela no hay 800 españoles de la Península, y que si no reciben un poderoso auxilio externo jamás vendrán a buscarnos a nuestras posiciones.
Morillo ha sido mortalmente herido en la acción de Semen. Latorre en la de Cojedes, y en la misma han muerto los brigadieres Real y Correa. El Segundo López murió en Tiznados. En Calabozo, el Sombrero, los Valles de Aragua, Semen, Ortiz, y Cojedes han muerto casi todos los coroneles y comandantes de los regimientos españoles.
Dios, etc.
[BOLÍVAR]
* De un copiador de Secretaría. Archivo del Libertador, vol. 103, fol. 13 v°. Escrito de letra de amanuense no identificado. Para las características del cuaderno copiador, véase la nota principal del documento n° 2852.
Traducción