DOCUMENTO 3271. PARTE DE GUERRA EMITIDO EN ANGOSTURA EL 19 DE SEPTIEMBRE DE 1818, POR EL GENERAL DE BRIGADA CARLOS SOUBLETTE, JEFE DEL ESTADO MAYOR GENERAL.*

Descripción:
{{{Boletín del Ejército Libertador de Venezuela, del día 19 de Septiembre de 1818—8°}}}



Con el objeto de pacificar el Golfo Triste, proteger nuestro comercio y privar a los enemigos de los recursos que sacan de la costa de Barlovento para sostener la plaza de Cumaná, se ordenó al General Bermúdez que con 100 hombres del batallón Valeroso y 300 del ejército de Cumaná, que deberían reunirse en el puerto de Tabasca, y la escuadrilla sutil, al mando del Capitán de Navio Antonio Díaz, se apoderara del puerto de Güiria. Esta operación debe ser apoyada por S.E. el Almirante Brión, que con parte de nuestros buques mayores, salía al mismo tiempo del Orinoco. En consecuencia la escuadrilla sutil, le­vó el 14 del pasado del puerto de la Antigua Guayana, y el 15, no habiendo aún llegado a Tabasca las tropas que debían componer la expedición, el General Bermúdez se decidió a continuar su movimiento, por no faltar a lo combinado con el Almirante. El 19 salió al mar, y el 22 se le reunió al frente de la isla de Trinidad.

El siguiente día 23, debió ser atacada la plaza de Güiria: el extravío la noche anterior de tres buques de los menores, que contenían casi la mitad de la tropa de desembarco, y el viento que favoreció a los mayores, hizo atrasar las fuerzas sutiles, y a las once de la mañana, el Almirante se vio en la necesidad de comprometer acción, porque habiendo escaseado la brisa, y hallándose fondeados el bergantín Colombia, y la goleta Favorita, fueron acometidos por los enemigos, el bergantín fue apresado, y su tripulación se salvó en la goleta.

Al amanecer el 24 desembarcó el General Bermúdez en el puerto de Quebranta, con solos 60 hombres de infantería, y después de dividirlos en cinco guerrillas, emprendió marcha por la playa, hasta apostarse en la posa de Chachá, a aguardar la señal de ataque convenida con el Almirante: el Comandante de la plaza intentó sorprenderlo por su flanco derecho, pero fue rechazado. El General Bermúdez ocupó su posición hasta las cuatro de la tarde, porque el tiempo no permitió a nuestra fuerza marítima hacer movimiento alguno, y habiendo obser­vado que a dicha hora levaban, hizo que una pequeña avanza­da pasase el puente del camino de la plaza para observar de más cerca al enemigo; este la atacó con un piquete de 30 hom­bres, y los nuestros, rechazados por la primera y segunda gue­rrilla, hicieron un fuego tan vivo, que obligaron al enemigo a retirarse; pero volvió al ataque reforzado con una columna de 150 hombres, y el General Bermúdez hizo entrar entonces al fuego la tercera y cuarta guerrilla, y progresivamente él mis­mo, poniéndose a la cabeza de la quinta, acometió tan determi­nadamente, que aterrados los enemigos, huyeron en el mayor desorden, y se acogieron al fuerte.

Al mismo tiempo el Capitán de Navio Antonio Díaz, con las fuerzas sutiles de su mando, atacó las enemigas en el puerto, y aunque opusieron la mayor resistencia, sufrieron nuestros fue­gos a tiro de pistola, se apoderó de todas ellas, y represó el ber­gantín Colombia, causando grande estrago en sus tripulacio­nes; entonces la mayor parte de nuestros marineros desembar­caron armados de fusiles, para proteger al General Bermúdez que tenía al enemigo reducido al fuerte, cuya guarnición lo evacuó a las dos de la mañana siguiente, retirándose por el ca­mino de Punta de Piedra.

El resultado de tan brillante acción, ha sido la toma de 16 buques, entre ellos ocho de guerra, con su artillería y muni­ciones, la retoma del bergantín Colombia, la ocupación de la plaza de Güiria y su fuerte, con seis piezas de artillería monta­das, 331 cartuchos de cañón de diversos calibres, 6.300 de fu­sil, 94 fusiles útiles, 17 de poca composición, 3 cornetas, 3 ca­jas de guerra, y cuanto tenían los enemigos, cuya pérdida en muertos y heridos pasa de 100 hombres. Por nuestra parte tu­vimos al Capitán graduado José Antonio Colmenares muerto, y cuatro heridos levemente en las tropas de tierra; y en la ma­rina dos muertos y nueve heridos.

El Coronel Juan Carlos Fouchet, que estaba en aquellos montes, se presentó el día 26 al General Bermúdez con 200 hombres. Los enemigos siguieron su retirada sobre Río Caribe y el pueblo de Irapa fue mandado a ocupar.

El General Jefe del Estado Mayor General,

CARLOS SOUBLETTE

* De un impreso coetáneo: Correo del Orinoco n° 12 del 10 de octubre de 1818. La Comisión Editora no ha podido examinar el manuscrito original.