DOCUMENTO 8384 CARTA DE BOLÍVAR PARA SUCRE, FECHADA EN TRUJILLO EL 25 DE DICIEMBRE DE 1823, EN LA CUAL LE INFORMA SU SALIDA PARA LIMA AL DÍA SIGUIENTE. VA PERSUADIDO DE QUE NO HARÁ FALTA EN EL NORTE ESTANDO SUCRE AL FRENTE DEL EJERCITO. LE IMPARTE INSTRUCCIONES SOBRE LAS ACTIVIDADES A DESARROLLAR.*

Sección
24) Período (01OCT AL 31DIC 1823) Correspondencia Oficial

Personas

Lugares

Palabras Clave

Descripción:
Trujillo, 25 de diciembre de 1823.

Señor general Antonio José de Sucre.

Mi querido general:

Mañana parto para Lima a disponer la defensa del Callao y traer cuanto necesite el ejército para la próxima campaña de defensa o de ofensa.

Me voy persuadido de que no haré ninguna falta por el Norte, estando Vd. a la cabeza del ejército. Todos quedan instruidos de que deben obedecer las órdenes que Vd. les dé. Vd. puede disponer de 6.000 hombres: 2.500 peruanos, y 3.500 colombianos, en esta forma: 1.000 hombres que están en Huánuco con Galindo y Otero; 1.200 con Lara; nuestra caballería con Carbajal en Santa; en Cajamarca el coronel Fernández con 1.600 infantes del Perú; la caballería de Coraceros en estas inmediaciones, que la pedirá Vd. en caso necesario al general La Fuente; nuestros Granaderos que han ido con Braun para Caraz; en Cajabamba está el comandante Guillen con 90 Lanceros de la Victoria; y el coronel Urdaneta que está en Huarás con Voltíjeros y Pichincha, se situará donde Vd. quiera.

Por supuesto que cada uno de estos cuerpos necesita, por decirlo así, para moverse, de una orden particular y de instrucciones particulares. La infantería de Colombia ya Vd. la conoce. Nuestros Húsares en Santa, van a mejorar la situación de sus caballos, pero sin herraduras por ahora.

Los Lanceros de la Victoria no valen gran cosa y sus bestias estropeadas por falta de herraduras. Los Coraceros tienen muy buenos caballos; pero están todavía sin herraduras. Los 1.600 infantes del coronel Fernández tienen todos los defectos de los soldados nuevos y serranos; pero sus jefes son de muy buen carácter y muy aplicados. El armamento es malo, pero se puede componer en Cajamarca, donde hay muy buenos artistas de armería y de herrería.

Yo creo que nosotros no debemos dar ni aun de chanza un combate general sino en una llanura de la costa, y después que hayamos recibido los refuerzos de Colombia. Sin embargo, Vd. está autorizado para hacer lo que le parezca mejor.

El coronel Valdivia queda en esta costa para recibir los refuerzos de Colombia, y hacerlos internar en la sierra para que no se enfermen.

Entiéndase Vd. con él para todo lo que necesite por esta parte. Saque Vd. dinero para el ejército de Colombia en Huaylas, y no repare Vd. en menudencias. Yo haré lo mismo, por mi parte, donde quiera que pueda: y otro tanto le digo a Lara.

El batallón del Istmo debe estar ya en el Callao, y reemplazará en aquella guarnición al batallón Vargas, que voy a sacarlo para que venga a la sierra.

Dentro de 40 días estaré con Vd. en Huánuco, o en donde quiere que esté: sólo 20 días estaré en Lima; ojalá pudiera estar menos, porque fuera del ejército estoy fuera de mi centro. Quiera Dios que ya podamos hacer algo de bueno a mi vuelta.

Muchos encargos dejo a este prefecto y a Valdivia, como a Lara e intendentes de provincia.

Escríbame Vd. largamente a Lima todo lo que le ocurra, y todo lo yo pueda sacar de aquel país para el ejército, no sea que por una distracción, o por falta de un buen aviso, se me olvide alguna cosa útil o importante.

Yo pienso hacer mis mayores esfuerzos para sacar todo lo que necesitemos para la presente campaña.

Pienso exaltar con más esperanza las ideas de los patriotas de Lima, ofreciéndoles la victoria por parte de las armas de Colombia, la que no dudo si vienen sus refuerzos que esperamos por instantes, pues los enemigos no nos pueden presentar más de 6.000 hombres, en un campo de batalla de Huánuco para acá; y nosotros no dejaremos de llevar 8.000, por lo menos, de los cuales 6.000 colombianos. Por otra parte, espero los grandes refuerzos que he pedido, y estoy pidiendo ahora mismo, a lo cual va el coronel Ibarra a Bogotá. 12.000 hombres he pedido a Santander, para que vengan 6.000 siquiera; y, por supuesto, toda la Guardia.

Mi carta a Santander es de cinco pliegos de papel, exagerándole los peligros que corren el ejército y Colombia.

El negocio de Guise ha terminado muy favorablemente, Santa Cruz está temblando y quiere irse fuera del Perú. La escuadra se va para Intermedios.

El prefecto La Fuente y los jefes del ejército del Perú me parecen muy buenos por su carácter personal y moral. No presentan pretensiones por ahora.

Soy de Vd., mi querido general, amigo de corazón.

BOLÍVAR

* De un impreso moderno. ""Cartas del Libertador"" (Fundación Lecuna), tomo III, págs. 538-539.

Traducción