DOCUMENTO 8300 CARTA DE BOLÍVAR PARA SUCRE, FECHADA EN CAJAMARCA EL 14 DE DICIEMBRE DE 1823, EN LA CUAL LE MANIFIESTA ALEGRARSE POR SABER NOTICIAS SUYAS, REFIRIÉNDOSE A CONTINUACIÓN A LOS DIVERSOS ASPECTOS DE LA CAMPAÑA QUE SE LLEVA A CABO EN EL PERÚ. *

Sección
24) Período (01OCT AL 31DIC 1823) Correspondencia Oficial

Personas

Lugares

Palabras Clave

Descripción:
Cajamarca, 14 de diciembre de 1823.

Al señor general Antonio José de Sucre.

Mi querido General:

Anoche recibí la carta y oficio de Vd. Me he alegrado mucho saber de Vd. y también he celebrado que haya mandado el batallón Bogotá a Huamalíes. Cada día creo más necesaria la presencia de Vd. y un gran cuerpo nuestro por aquella parte. El diablo se ha metido entre los facciosos a removerlos a todos. Un tal Ninavilca, que se escapó del Callao, se fue a Canta y levantó el partido de Riva-Agüero, diciéndoles que nosotros veníamos a llevarlos a Colombia. He mandado que el batallón Vargas se vaya a Canta y se corra hasta Cajatambo poniéndose en contacto con Vd.

Yo creo que si Vd. no va a Huánuco con fuerzas de Colombia, no se arregla aquel partido. Las guerrillas nuestras pueden ser muy útiles contra los godos; pero es si Vd. se toma la pena de arreglarlas a un sistema general. Por esa parte hay más de 1.000 hombres adictos a nosotros y adversos al enemigo. Además, el estado de las cosas exige que sepamos, a punto fijo, sobre qué debemos contar; qué base tenemos por esa parte; qué recursos, qué clima; qué pastos, y qué obstáculos. Yo pienso dedicarme a observar con atención toda esta parte hasta Lambayeque, Trujillo y Santa, como lo he hecho hasta aquí. Si hiciese Vd. otro tanto por Conchucos Alto, Huamalíes, Huánuco, Cajatambo, podríamos contar con ideas exactas y entonces no nos engañaríamos con conceptos falsos.

El negocio de la guerra del Perú requiere una contracción inmensa y recursos inagotables. No se puede ejecutar sin una gran masa de tropas: para estas tropas no creo que los recursos son proporcionados, a menos que los reunamos todos con mucha anticipación, mucha proporción y mucha inteligencia. Necesitamos, ante todo, conocer el país y contar con los medios: después, discutir si nuestros medios son de ofensa o defensa; después, colocar estos medios, y después emplearlos. Sobre todo esto, yo ruego a Vd., mi querido general, que me ayude, con toda su alma a formar y llevar a cabo este plan. Si no es Vd. no tengo a nadie que me pueda ayudar con sus auxilios intelectuales. Por el contrario, reina una dislocación de cosas, hombres y principios, que me desconcierta a cada instante: llego a desanimarme a veces. Tan sólo el amor a la patria me vuelve el brío, que pierdo al contemplar los obstáculos. Por una parte se acaban los inconvenientes, y por otra se aumentan: ahora se acaba la guerra civil y empieza el desorden de esa expedición de Arica, que nadie sabe adonde irá a parar. Tres buques han llegado al Callao, Santa y Huanchaco, con tropas y elementos de guerra, los demás se irán adonde Dios quiera. A todo esto estamos sin dinero, a pesar de las bellas esperanzas que teníamos; tampoco tenemos noticias de la expedición de Panamá; no debemos contar más que con 2.000 hombres de las tropas de Riva-Agüero; el país es patriota, pero no quiere el serrvicio militar; es bueno, pero apático; tiene víveres y bagajes, pero no muchas ganas de darlos, aunque se les pueden tomar por la fuerza.

Por conclusión: si nos vienen las expediciones de Chile y Panamá, si reunimos los víveres y los bagajes, si no sufrimos nuevas defecciones, si nos viene dinero de Lima, debemos obrar ofensivamente en el mes de mayo. De otro modo, debemos estarnos a la defensiva, en observación, por escalones, recogiendo todo, consumiendo todo, y prontos a replegar hasta este país, o a Lambayeque que son los de más recursos del Bajo Perú. De Cajabamba para acá, todo el país es abierto y propio para obrar con caballería; son veinte leguas de un país con recursos y muy propio para combatir con buenas tropas; lo mismo es Lambayeque, con la añadidura de que el clima mata a los soldados de los godos. La Fuente tiene mil quinientos caballos magníficos, y pueden recogerse quinientos más. No faltarán mulas para bagajes. La gente del país se muestra bien dispuesta, aunque cándida y apática.

Adiós, mi querido general, dentro de ocho días estaré en Trujillo.

[BOLÍVAR]

* De un impreso moderno. ""Cartas del Libertador"". (Fundación Lecuna), tomo III, págs. 521-523.

Se han corregido, varios errores de copia. Por ejemplo, el terreno despejado no se halla al norte de Cajatambo, como dice la versión de Blanco y Azpúrua, sino al norte de Cajabamba. En vez de «estar a la defensiva, en observación, por escalones», dice: «estar a la defensiva, en observación por cualonas»; el copista de Blanco y Azpúrua además confundió o interpretó mal muchos nombres geográficos.

Traducción