DOCUMENTO 8299 COMUNICACIÓN DE BOLÍVAR PARA EL INTENDENTE DE GUAYAQUIL, FECHADA EN CAJAMARCA EL 11 DE DICIEMBRE DE 1823, EN LA CUAL LE IMPARTE INSTRUCCIONES SOBRE PROTECCIÓN A LA EXPEDICIÓN QUE VIENE DE PANAMÁ, Y ACERCA DE LA FORMA DE EVITAR QUE LOS BUQUES PERUANOS SE PIERDAN O RINDAN UNA LABOR CONTRARIA Y SOBRE LA CONSERVACIÓN DE LA MARINA, TODO ELLO COMO CONSECUENCIA DE LA AMENAZA DE BUQUES CORSARIOS QUE RONDAN POR ESOS MARES. *

Sección
24) Período (01OCT AL 31DIC 1823) Correspondencia Oficial

Personas

Lugares

Palabras Clave

Descripción:
Cuartel General Libertador.

Cajamarca, diciembre 11 de 1823, 13º

Al señor Intendente de Guayaquil.

Habiendo llegado ayer aquí sin mi secretario por haberse quedado enfermo, me dirijo a V.S. directamente. Ayer he sabido por un parte del Callao que en los mares del Sur cruzan una goleta, un bergantín y dos goletas de guerra enemigas; por consiguiente es de la mayor importancia que nuestros buques de guerra procuren salir al mar reunidos de modo que no puedan ser batidos por los contrarios, y que, además logren proteger el convoy que viene de Panamá a las costas del Perú para que no sufra algún descalabro en el mar, o en su recalada. Añádese a este inconveniente de los corsarios enemigos otro igualmente desagradable y es que el señor Guise, Vice-Almirante del Perú haberse inclinado a proteger al general Santa Cruz último resto de la facción de Riva-Agüero, como consta por un parte dado al gobierno del Perú por un ciudadano venido de Arica, y por otros oficiales de los que componían la División del general Santa Cruz. El hecho es que el bergantín Boyacá, y otro transporte han llegado a las costas de Trujillo con el objeto de aumentar el partido de Riva-Agüero con tropas, armas y municiones. El capitán Loro que manda el Boyacá es oficial de marina dependiente del Almirante Guise. Por estas consideraciones me he determinado a variar de comandante a la corbeta Limeña a fin de evitar que las concesiones de dicho comandante con su Almirante no aumenten los embarazos con que nos encontramos. Desde luego V.S. tomará las mayores precauciones anticipadas para variar al comandante de la Limeña, y poner otro oficial de marina en su lugar. La primera medida será aumentar con 80 ó 100 hombres de Colombia su guarnición de infantería: la segunda cambiar los marineros, y los oficiales de mar del modo que sea posible, y pagando además parte de su deuda a los que queden a bordo de la Limeña. El comandante que se ponga debe ser hombre seguro, y capaz de manejar bien el buque. Mi resolución definitiva es que de ningún modo salga al mar ninguno de nuestros buques de guerra solo, sino que siempre sean tres por lo menos en estado de batirse con los enemigos. De otro modo deberán permanecer en Guayaquil nuestros buques hasta que puedan reunirse y tripularse perfectamente con buenos marinos y buenos soldados de Infantería. V.S. sabrá mejor que yo el estado en que se encuentre la expedición del Istmo, y por lo mismo deberá tomar sus providencias para protegerla y ponerla a salvo en cualquiera de nuestras costas. En resumen mi mayor deseo es que se proteja la expedición del Istmo; que se conserve nuestra marina militar, y que los buques del Perú no se pierdan o sirvan en nuestro daño. A estos tres puntos se reducen las instrucciones de esta comunicación. Añadiré que la Terrible (buque de guerra) debe también reunirse a nuestra escuadra, tomando con ella las precauciones que con la Limeña, cuyo capitán es español, contrario a nuestra causa.

Dios guarde a V.S.

BOLÍVAR

Es copia.

El Jefe,

JOSÉ Ma. DE VELALCAZAR

* De un impreso moderno. ""Cartas del Libertador"". (Fundación Lecuna), tomo III, págs. 517-518.

Traducción