DOCUMENTO 8297 OFICIO DE JOSÉ D. ESPINAR PARA EL GENERAL SUCRE, FECHADO EN HUAMACHUCO EL 10 DE DICIEMBRE DE 1823, EN EL CUAL, DE ORDEN DE BOLÍVAR, SE REFIERE AL FINAL DE LAS DISIDENCIAS EN EL NORTE Y A TODO LO RELACIONADO CON ESTA CIRCUNSTANCIA.*

Sección
24) Período (01OCT AL 31DIC 1823) Correspondencia Oficial

Personas

Lugares

Palabras Clave

Descripción:
{{{SECRETARIA GENERAL DEL LIBERTADOR }}}

Cuartel General de Huamachuco, a 10 de diciembre de 1823, 13º

Al señor general Antonio José de Sucre.

Las disensiones del Nojrte han terminado ya de un modo que no era de esperar. A la destitución y prisión de Riva-Agüero, y demás jefes en Trujillo por medio del regimiento de Coraceros, se siguió la adhesión al sistema del batallón de la Legión y del 7º de la Guardia, al mando de Fernández. Posteriormente habiendo observado Novoa, la decisión de la mayor parte de los oficiales y tropa de su mando por la causa de su país, proyectó fugarse hacia el Marañón abandonando sus cuerpos y llevando consigo a los caudillos que le acompañaban y las ingentes sumas de dinero y pastos que habían sacado de estos departamentos. Así lo verificó y los jefes del escuadrón de Lanceros de la Victoria y el del regimiento de Tiradores se dirigieron a S.E. el Libertador por una nota la más significante de sus sentimientos patrios.

Una partida de Granaderos a Caballo ha salido en persecución de Novoa, Silva y demás jefes.

En este estado de cosas nada resta a S.E. por hacer, sino dar tono a estos cuerpos, y restablecer la moral que habían perdido, S.E. ha dispuesto salir mañana a Cajabamba donde existe el escuadrón de la Victoria, con el objeto de inspeccionarlo todo personalmente. De allí pasará a Cajamarca en donde se halla el regimiento de Tiradores y después de revistarlo como corresponde, dará sus órdenes convenientes al sostenimiento, conservación y mejoras de los cuerpos peruanos. En seguida el Libertador se dirigirá a Trujillo.

En esta provincia de Huamachuco queda la división de Colombia al mando del señor general Lara. La caballería pasará hasta Otuzco o más hacia la costa donde hubiese pastos. Se han dictado todas las providencias conducentes a fin de que nada falte a la división del general Lara.

Ha habido noticias de la costa aunque poco circunstanciadas. De ellas la más notable es la llegada a Santa de un buque con 300 hombres de la expedición de Chile al mando del coronel Aldunate. Como S.E. no ha recibido una sola comunicación oficial e ignora todas las ocurrencias de la costa desde la destitución de Riva-Agüero, nada puede conjeturarse con certidumbre sobre las causas de la venida de dichas tropas chilenas. De resto todo el país se manifiesta bien adicto a la causa general del Perú.

S.E. confía en el celo, actividad y tino de V.S. en los encargos que ha puesto a su cuidado respecto del ejército de Colombia y de las provincias de Huamachucos, Huamalíes y Huanuco, como también a la observación del enemigo. Mucho debemos hacer para mantener el gran ejército que vamos a reunir dentro de poco. Más de 7.000 hombres tenemos ya entre Trujillo y Huailas. Parece que los chilenos vienen al norte por lo que aparece de la llegada a Santa del coronel Aldunate. 3.000 colombianos están al llegar a estas costas; todo esto forma un cuerpo de 13.000 hombres. Toda nuestra actividad apenas podrá cubrir las necesidades en cuatro o cinco meses que debemos ganar en prepararnos para la campaña. El centro de nuestras operaciones será Huánuco, Cajatambo y el Alto Conchucos, por consiguiente S.E. desea que V.S. agote el manantial fecundo de su actividad en prepararlo todo para la recepción de un tan gran cuerpo de tropas. No solamente los hombres exigen grandes sacrificios para su manutención sino también los caballos y bagajes del ejército requieren no menos cuidado. Además de trigo y necesitamos para los caballos de cebada y maíz en gran cantidad, pues los pastos son muy escasos y están muy consumidos los alfalfares. Si V.S. pudiese mandar aumentar los alfalfares y formar prados artificiales haría un gran bien al ejército: en fin S.E. encarga a V.S. que además de estas medidas emplee todas las más que su experiencia y prudencia le dicten.

Del ejército del Perú se pueden contar con 2.500 hombres capaces de continuar la campaña contando con las bajas que puedan tener estos cuerpos.

Dios guarde a V.S.

Señor general.

JOSÉ D. ESPINAR

* De un impreso moderno. ""Correspondencia del Libertador"" (1819-1829). Fundación Vicente Lecuna. Banco de Venezuela (Caracas - 1974), págs. 67-68.

Traducción