DOCUMENTO 6105 OFICIO DE BOLÍVAR AL EXCMO. SEÑOR DIRECTOR DE CHILE, BERNARDO O´HIGGINS, FECHADO EN TRUJILLO EL 23 DE AGOSTO DE 1821, POR EL CUAL LE PARTICIPA LA VICTORIA EN LOS CAMPOS DE CARABOBO Y SU DESEO DE LIBERTAR A LOS PUEBLOS ESCLAVOS DE LA AMERICA MERIDIONAL.*

Sección
18) Período (14MAY AL 31AGO 1821) Correspondencia Oficial

Personas

Lugares

Palabras Clave

Descripción:
Trujillo, 23 de agosto de 1821.

Excmo. Señor Director de Chile, Bernardo O´Higgins[ 1 ].

Desde el momento en que la Providencia concedió la victoria a nuestras armas en los campos de Carabobo, mis primeras miradas se dirigieron al Sur, al ejército de Chile. Lleno de los más ardien­tes deseos de participar de las glorias del ejército libertador del Perú, el de Colombia marcha a quebrantar cuantas cadenas encuen­tre en los pueblos esclavos que gimen en la América Meridional.

En marcha para tan santa misión, dirijo a mi Edecán el coronel Ibarra, cerca de S.E. el general San Martín, para que se sirva tener la bondad de facilitar los medios de reunir los ejércitos de Colombia con los de Chile. Donde quiera que estos hermanos de armas reci­ban los primeros ósculos, allí nacerá una fuente de libertad para todos los ángulos de América.

Dígnese V.E. prestar su protección a esta empresa bienhechora, y todos nuestros hermanos serán para siempre libres.

Tengo el honor de ofrecer a V.E. el afectuoso homenaje de la profunda consideración con que soy de V.E. su más obediente y atento servidor.

Bolívar

Archivo O´Higgins, Santiago de Chile, 1966, Tomo XXX, pág. 16.

Cartas del Libertador, tomo II, pág. 382. Reí. I, 55-56.

NOTAS

1) O´Higgins, Bernardo De. Ilustre patriota y general chileno. Nació en Chillan en 1776. Era hijo de D. Ambrosio O´Higgins, militar de origen irlandés que llegó a ser Virrey del Perú. El joven Bernardo contaba quince años cuando fue enviado a Inglaterra, donde cursó estudios, trabó amistad con el Precursor Miranda, y empezó a trabajar por la emancipación de Hispanoamérica. En 1799 viajó a España y residió en Cádiz, hasta su regreso a Chile en 1802. Creada en Santiago la primera Junta, O´Higgins, que había contribuido eficazmente a ello, intervino activamente en la política de aquella época turbulenta que señala el principio de la independencia de su patria. Se opuso a las aspiraciones de los hermanos Carrera, pero unos y otros olvidaron sus disensiones ante el desembarco de un ejército español procedente del Perú. La campaña de 1813-1814, llena de vicisitudes, terminó en Rancagua, donde los patriotas sitiados, entre los cuales hallábase O´Higgins, tuvieron que romper el cerco para salvarse y encontrar un refugio en las Provincias del Plata. Allí conoció al General San Martín, a cuyas órdenes estuvo O´Higgins colaborando en la organización del Ejército de los Andes, en Mendoza. Después del glorioso paso de la Cordillera, la batalla de Chacabuco, en la cual O´Higgins mandaba el cuerpo que decidió la victoria, abrió a los patriotas las puertas de la capital, en 1817. El victorioso general chileno fue proclamado Supremo Director del país. Pero la guerra continuaba, y tras un revés en Cancharrayada, la victoria de Maipó, en que O´Higgins se batió valerosamente junto al General San Martín, selló definitivamente la independencia de Chile. En el curso de los dos años siguientes, el Supremo Director y San Martín trabajaron infatigablemente para organizar el ejército y la escuadra que debían llevar la libertad al Perú: La expedición realizóse por fin. O´Higgins quedó gobernando su patria, hasta que, a pesar de sus altas dotes de estadista, fue destituido del mando por una conmoción popular a princi­pios de 1823 y obligado a expatriarse al Perú. Allí halló cordial acogida en el Libertador, y junto a él participó en la campaña que con Ayacucho dio definitiva libertad al Continente. O´Higgins residió en el Perú hasta su muerte, acaecida en 1842, retirado a su hacienda de Montalbán, en el Valle de Cañete. Cuando falleció, proyectaba un viaje a su patria, la cual lo había honrado con grandes distinciones en los últimos años.

(Tomado de Bolívar y Su Época, por Manuel Pérez Vila. Caracas, 1953).


Traducción