DOCUMENTO 5861 CARTA PARTICULAR DE BOLÍVAR AL SEÑOR FERNAN­DO PEÑALVER, FECHADA EN VALENCIA EL 10 DE JULIO DE 18Í1, IGUAL A LA CARTA DIRIGIDA A SANTANDER.*

Sección
18) Período (14MAY AL 31AGO 1821) Correspondencia Oficial

Personas

Lugares

Palabras Clave

Descripción:
Valencia, 10 de julio de 1821.

(Al Señor Fernando Peñalver).

Mi querido amigo:

Hemos vencido en Carabobo, y he marchado a Caracas y La Guaira a tomar la división enemiga que había derrotado al General Bermudez, y cubría a Caracas y La Guaira. Esta capituló y se entregó la mayor parte de la gente a nosotros: todo se verá por los papeles públicos, porque no tenemos tiempo para nada.

Nuestras tropas las dividí en el campo de batalla, a cortar a Tello con el Comandante Heras, y con el Coronel lrib.irn.-n a perseguir los dispersos del Llano. Esto último se habrá logrado, lo primero no. En Puerto Cabello hay más de 2.000 soldados. Los Generales Cruz Mourgeon y O´Donojú han venido en la expedi­ción del Asia. Traen muy pocos recursos, y menos hombres.

Todo el país está en nuestro poder, excepto Puerto Cabello; pero no hemos cogido una paja, porque el enemigo lo había evacuado todo perfectamente. Sin embargo, haré mis esfuerzos por mantener el ejército. Las emigraciones de uno y otro partido se lo han llevado todo.

Estoy tratando de armisticio con La Torre, porque no podemos fácilmente mantenernos aquí con muchas tropas, por consiguiente, es necesario que Vds. dirijan todos sus esfuerzos al Sur, para que esté tomado Quito antes del armisticio. Este es mi mayor encargo por ahora, porque es lo más importante y más necesario, y porque la paz se está esperando por instantes, y porque si no tenemos a Quito, no lo cederán.

Mucho he sentido la locura del General D´Evereux; es una ver­dadera desgracia esta locura, porque compromete al gobierno y a sus funcionarios, y por el cuerpo que ha tomado el negocio, que sólo debió ser personal. En fin, repito, esta desgracia me ha sido muy sensible.

Recibo muy pocas comunicaciones de por allá, sé muy poco del Congreso y de sus actas, y aunque estoy sumamente ocupado en el arreglo de este país, la dirección de la guerra y en el manejo de las rentas absolutamente aniquiladas, a pesar de todo, digo, me ocupo mucho, mucho, de lo que se hace en el Congreso y en Cun-dinamarca. Deseo mucho volver a mi querida Cundinamarca, más por pasar al Sur que por quedarme en la capital, temiendo algún mal suceso por parte de nuestras tropas, que no siendo buenas, están expuestas a reveses: mas, amigo, creo que hasta que no se haga la paz, no podré abandonar esta dcmoniópolis o pueblo de diablos que por todas partes dan que hacer, sea en paz o en guerra.

Este es un caos: no se puede hacer nada de bueno, porque los hom­bres buenos han desaparecido, y los malos se han multiplicado. Venezuela presenta el aspecto de un pueblo que, repentinamente, sale de un gran letargo, y nadie sabe cuál es su estado, ni lo que debe hacer, ni lo que es. Todo está en embrión, y no hay hombres para nada; y a todo esto tengo sobre mis costillas un grande ejér­cito, que no sé cómo mantener, necesitándose todo él para no per­der lo ganado.

De Europa no se sabe nada, y sólo vagamente se dice que la España continúa en muy mal estado: que el rey de Portugal ha vuelto a Lisboa. Esto puede ser de mucha importancia.

He sabido con mucho gusto la determinación del congreso so­bre las bases fundamentales de Colombia: habría sentido que se hubiesen alterado, porque estoy en la persuasión de que sólo un milagro puede preservarnos de una guerra civil, y que, únicamente, la unidad y la solidez pueden ayudar a este milagro.

Estoy muy ocupado, no puedo ser más largo. Si no escribo mucho, tenga Vd. paciencia, y consuélese con la idea de que un día de Carabobo dispensa muchas cartas. Además, estoy cansado, algo malo; mi vida es demasiado activa, y ya veo con repugnancia los trabajos sedentarios; pero reciba Vd. mi corazón.

BOLÍVAR

P.D.: Importa mucho que Vd. se venga volando a hacerse car­go, y organizar todo lo que corresponde a la intendencia.

O.C.B. Tomo I, pp. 573-574.

Nota: Igual a la cana dirigida a Santander. Sólo difiere en el párrafo en que menciona la locura del General D´Evereux y en las postdatas.

Traducción