DOCUMENTO 435. CARTA DE BOLÍVAR AL GOBERNADOR DE CURAZAO, J. HODGSON, FECHADA EN VALENCIA EL 9 DE OCTUBRE DE 1813, RELATIVA AL CANJE DE PRISIONEROS PROPUESTO POR EL LIBERTADOR AL JEFE REALISTA DE PUERTO CABELLO.*

Sección
4) Período (07AGO AL 31DIC 1813) Correspondencia Oficial

Personas

Lugares

Palabras Clave

Descripción:
{{{Cuartel General de Valencia, octubre 9 de 1813, Tercero y Primero.}}}



Excmo. señor Gobernador y Capitán General de la isla de Curazao y sus dependencias.

Excelentísimo señor:

En 2 de este mes he tenido el honor de contestar a la respetable mediación que en su carta de 4 de setiembre interpone V. E. por los españoles detenidos en prisiones.

En vano he propuesto al jefe de Puerto Cabello [ 1 ] un canje de españoles por los americanos que en despecho de una capitulación sagrada, mantiene con grillos y cadenas en los pontones y en traba­jos ignominiosos, afligidos de la hambre y de toda especie de mi­seria. El resultado ha sido detener a mis emisarios, sin respetar en ellos su carácter inviolable, y abusando inicuamente de la buena fe bajo la cual entraron como parlamentarios en aquella plaza.

Habrá visto V. E. en algunos de los impresos que le incluí en mi última carta, las articulaciones ocurridas con el general Monteverde que constantemente se rehusó a verificar un canje, por el cual sal­vaba la vida a los españoles que indigna y cobardemente había abandonado a nuestra discreción. Sobre todo, asombrará a V. E. que teniendo hasta 4.000 de ellos en mi poder, no sólo no admi­tiera la proposición de canjearlos por ciento y más americanos, sino que no haya dado contestación alguna, cargando de cadenas y poniendo en los trabajos más penosos al que la conducía.

No obstante estas repetidas y execrables infracciones, la alta intercesión de V. E., tan poderosa para Venezuela, me hizo que tomando, por decirlo así, un partido por los oficiales aprehendidos en las últimas acciones, propusiese el canje de ellos por igual nú­mero de americanos, según su grado y carácter.

Observará V. E. las ventajas de esta proposición para los enemi­gos, pues sus prisioneros, en fuerza de una ley anterior, dictada tanto por la necesidad como por la justicia, deben ser decapitados; y los nuestros han sido sepultados en las mazmorras, traspasando una capitulación solemne que garantizaba su seguridad. Los pri­sioneros americanos deben ser puestos en libertad; los prisioneros españoles debían perecer. Sírvase ahora V. E. juzgar de qué parte está la clemencia, de qué parte la cruel obstinación. V. E. no puede menos que concluir, sino que más humanos con los españoles que sus propios paisanos, hemos hecho esfuerzos para salvarlos; pero V. E. nunca podrá creer que ellos hayan resistido condescender con nuestras miras benéficas, y que se hayan constituido verdugos de sus hermanos.

Llevó estas proposiciones benéficas el presbítero Salvador Gar­cía de Ortigosa [ 2 ] , sacerdote venerable, cuya virtud ejemplar había infundido respeto, aún a los mismos españoles. Entró en la clase de emisario parlamentario, y su objeto era sólo favorecer a los oficiales enemigos prisioneros y sus paisanos. La audiencia dada al virtuoso parlamentario, la gratitud del jefe de Puerto Cabello al interés que se tomaba por los individuos de su ejército, ha sido encerrarle en una bóveda, habiéndose escapado de la muerte a costa de ruegos y de lágrimas. Yo suplico a V. E. me indique ahora qué partido de salud nos queda con estos monstruos, para los cuales no hay derecho de gentes, no hay virtud, no hay honor, no hay causa propia que reprima su maldad. Yo había querido ser generoso, aun con perjuicio de los intereses sagrados que defiendo; pero los bárbaros se obstinan en ejercer la crueldad, aún en daño de ellos.

Incluyo a V. E. los últimos boletines por los cuales quedará convencido de la situación desesperada del ejército español, y que de un momento a otro deben desaparecer hasta sus reliquias mi­serables.

Tengo el honor de ser de V. E., con los sentimientos de la más alta consideración, su atento y adicto servidor.

SIMÓN BOLÍVAR.

* De un impreso de época coetánea. Se publicó en el cuerpo del folleto impreso por Juan Baillío, en Valencia, en 1813- Véase la nota principal del doc. N° 415, tanto sobre el impreso como para la persona del destina­tario, el entonces Coronel J. Hodgson, gobernador británico de la isla de Curazao.

NOTAS

1) Se refiere a Domingo de Monteverde.
2)
Véase la nota principal del doc. N° 318.

Traducción