Guayaquil, a 14 de junio de 1823.
[Illmo. Sr. De Pradt, Antiguo Arzobispo de Malinas] [1]
Ilustrísimo señor: Mi corazón ha rebosado de gozo al recibir de V. I. la honrosa carta que Mr. D’Esmenard [2] ha tenido [3] la bondad de dirigirme desde Bogotá. Mucho tiempo ha que yo ansiaba por la dicha de entrar en comunicación con el más digno de los Prelados del siglo XIX. Pero mi [4] suerte ha sido muy superior a mi deseo. V. I. se ha dignado colmar para conmigo la medida de su bondad [5]. Su carta es el monumento más glorioso de mi vida; ella me recomienda a la posteridad [6], y graba mi nombre en las tablas del templo de la memoria, con ese buril incomparable que hace resplandecer cuanto toca. Si yo tuviese algo de común con un [7] gran príncipe imitaría el dicho de Filipo [8]: me diría a mí mismo: mi [9] felicidad no es haber nacido, sino haber venido al mundo cuando [10] escribía De Pradt, porque él [11] da la inmortalidad a todo lo que su pluma [12] escribe.
Acepte [13] V. I. la gratitud ilimitada que debo al defensor y maestro [14] del Nuevo Mundo [15]: al que me ha prodigado [16] honores [17] divinos suponiéndome bienhechor del género humano.
La inexorable pluma de V. I. no ha podido jamás contener su vuelo [18] hacia la verdad; así era del destino de V. I. combatir y sufrir como los héroes y los mártires. Nada era más natural que la persecución [19] excitada contra aquel que despreciando el poder de los tronos y de los ejércitos [20], ha proclamado la verdad entre los cortesanos y ha defendido la libertad entre los Cosacos. V. I. tan fuerte como Catón y semejante al Sabio Ideal se ha colocado de pie sobre los montones de ruinas que ha aglomerado el despotismo en Europa [21]. Sírvase V. I. recibir con agrado este cordial testimonio [22] de mi entusiasmo arrancado [23] antes de ahora por la lectura [24] de sus resplandecientes y fulminantes escritos.
Mr. D’Esmenard ha sido ya recomendado [25] de mi parte al Poder Ejecutivo en Bogotá [26]; no he tenido la fortuna de conocer a este [27] apreciable caballero [28] cuyo trato me hubiera sido muy agradable [29]; muy particularmente al entretenerme [30] con él sobre [31] el interesante objeto del Antiguo Arzobispo de Malinas. Aprovechando esta oportunidad me tomo la libertad de escribir a Mr. D’Esmenard [32] dirigiendo por su mano a V. I. esta carta.
Hace algunos días que quise manifestar a V. I. el [33] aprecio que le profeso, escribiéndole por medio de un caballero Tabara [34] que partió para Europa de este puerto. Espero que V. I. recibirá al mismo tiempo con su excesiva bondad un retrato mío que me atreví a ofrecer a V. I. con aquel caballero [35].
Si V. I. desea venir a visitar nuestros [36] espesos bosques y vastas soledades, no es menos la viva impaciencia que me anima por hacer un viaje a Europa para ir a recibir como Franklin [37] la [38] bendición, no de un filósofo [39], sino de un apóstol de justicia y libertad [40]; de V. I., digo.
Sírvase V. I. acoger con los sentimientos de su bondad, los testimonios más sinceros de mi admiración [41] por V. L, de quien soy atento obediente servidor.
BOLÍVAR [42].
* Del original, conservado en el Castillo de Védrines, Francia, tal como lo reproduce el Padre Manuel Aguirre Elorriaga, S. J., en su libro “El Abate De Pradt en la Emancipación Hispanoamericana (1800-1830)”, segunda edición, Buenos Aires, 1946, pp. 321-322. Se ha modernizado la ortografía, siguiendo la norma de la Comisión Editora para los textos no autógrafos de Bolívar. Además, existen dos borradores de este documento, que presentan sustanciales diferencias entre sí, aun cuando ambos concurrieron a la formación del original definitivo. Están en el vol. 44 del Archivo del Libertador. Hemos llamado “Borrador A” el que figura en el f° 117, y “Borrador B” el de los folios 118-119. Se anotan las variantes de uno y otro respecto al original. El Borrador A es de letra de Diego Ibarra; el B, de letra de Jacinto Martel.
El destinatario, Dominique De Pradt, ex-Arzobispo de Malinas (1759-1837), "vivió intensamente, y con pasmosa flexibilidad —como lo expresa el citado Padre Aguirre— cinco épocas antagónicas: el Absolutismo monárquico; la Revolución Francesa; el Imperio; la Restauración borbónica, y la monarquía liberal burguesa de Luis Felipe de Orleans". Fue autor de numerosas obras en defensa y justificación de la causa de la Independencia de Hispanoamérica.