Cuartel General de Zipaquirá, septiembre 21 de 1819. 9º
Al Señor General Soublette.
He recibido el oficio de US. de fecha 14 en Pamplona con los documentos que me incluye. Estoy altamente indignado contra el Coronel Carrillo, por no haber obedecido las órdenes que se le han mandado; por la misma comunicación se conoce que ninguna razón ha tenido para desobedecer, y si la República sufre algún perjuicio por esta falta, será juzgado capitalmente; así lo hará US. entender al Coronel Carrillo, que nada ha hecho en la Provincia del Socorro, sino dejar ir a González y engañar al Gobierno con falsas marchas, y retardarlas de un modo abominable. Muy doloroso es que este Coronel no se conduzca en sus operaciones como en el campo de batalla, donde ciertamente se porta con el mayor heroísmo, y es aún más doloroso que no sepa simplemente obedecer.
Sean cuales fueren las fuerzas enemigas de Cúcuta, yo no quiero que US. comprometa una acción con ellas en que podamos sufrir algún revés. Una infinita probabilidad no será causa bastante para exponer una acción. Estoy en marcha, pasado mañana estaré en Tunja; si no hubiere novedad marcharé por el Socorro, y si la hubiere, marcharé volando en posta a Pamplona, o donde US. esté.
Yo me alegraría mucho que el enemigo marchase contra nosotros; en este caso US. debe replegar hasta reunirse conmigo, en la inteligencia de que entonces la ruina de los contrarios sería infalible. Será bien extraño que vengan grandes fuerzas sobre la Nueva Granada; pero Morillo es loco y puede hacerlo: por lo mismo debemos contar con todo lo que es posible.
Dios guarde a US. muchos años.
BOLÍVAR
* De un impreso moderno. O’Leary, tomo XVI, págs. 466 - 467.
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