San Cristóbal, junio 6 de 1820.
Al Gobernador de Pamplona.
Se han recibido los tres oficios de V.S. fecha de 24 de mayo último e impuesto de ellos S.E. me manda le diga en contestación:
1º Que sin embargo de que ha debido V.S. remitir al Cura de Socotá, Presbítero Valcárcel, en cumplimiento de la orden que para ello se le libró, sin atender al indulto, ni a ninguna otra disposición que no hubiese emanado de S.E., puede V.S. detenerlo en esa ciudad, siempre que preste fianza de seguridad, y fiadores abonados de sentimientos patrióticos, y responsabilidad conocida.
2º Que está V.S. autorizado para situar el batallón en Santa Rosa, como anuncia, y tomar las demás medidas que juzgue convenientes para impedir los progresos de las fugas.
3º Que se van a enviar a Málaga 300, ó 400, fusiles para armar una parte siquiera de ese batallón, pero que deberá V.S. enviar allí a buscarlos bien sea en transportes o en hombros.
Este segundo expediente es más seguro para que no se descomponga. En uno o en otro caso se repiten las órdenes anteriores sobre el cuidado que debe ponerse en la conducción, así para que no se estropeen, como para que no se pierdan.
El oficial o persona que se destine a esta comisión debe ser muy celoso, y tomar el mayor interés en conservar los fusiles, y vigilar, sobre todo para impedir las deserciones, si acaso fueren hombres los que vinieren a buscarlos.
4º Que puestas en manos estas armas, turnen en todo el batallón por semana para que todo él aprenda a la vez el manejo.
Dios guarde, etc., etc.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* Del copiador de la Secretaría. Archivo del Libertador, O’Leary, tomo XVII, folios 29 y vto., segunda parte.
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