.
Portada del sitio > 16) Período (16JUN AL 24DIC 1820) Correspondencia Oficial > DOCUMENTO 4996. BOLÍVAR DESDE TRUJILLO, CON FECHA 10 DE OCTU­BRE DE 1820, NO (...)

DOCUMENTO 4996. BOLÍVAR DESDE TRUJILLO, CON FECHA 10 DE OCTU­BRE DE 1820, NO ACEPTA LA RENUNCIA QUE LE HACE DE SU CARGO EL GENERAL VALDES, DESDE QUILICHAO.*

El General Manuel Valdés, Jeje del Ejército del Sur

pide desde Quilichao que se le releve de su mando.

REPÚBLICA COLOMBIANA

Manuel Valdés, del Orden de Libertadores de Venezuela, General de Brigada de los Ejércitos de la República, y Comandante en Jefe del Ejército del Sur en el Departamento de Cundinamarca, etc. etc.

Quilichao a 23 de agosto de 1820, 10°.

Excmo. señor Libertador Presidente:

Desde que V.E. tuvo la bondad de honrarme con el mando en Jefe del Ejército del Sur he hecho todos los esfuerzos de que soy capaz para corresponder a esta confianza, y jamás me han arredrado las fatigas más penosas del servicio. Yo no he sentido la aspereza de los Andes, y he llegado a Popayán con el deseo vehemente de ejecutar los sabios planes de V.E. en este Departamento de Colombia, ocupándome activamente en la organización y sostenimiento del Ejército, mientras que llegaba el día de dar principio a la empresa de libertar a Quito.

Entre tanto, he exigido con tesón los auxilios que por orden de V.E. deben proporcionarme los Gobernadores de esta Provincia y la de Neiva, y no pudiendo dar al Ejército toda la fuerza que necesita para esta campaña peligrosa, he sufrido en el espacio de un mes deserciones escandalosas, enfermedades, escasez, y otras difi­cultades que he representado oportunamente.

A más de esto, los informes que he tomado en Popayán me han obligado a no repetir sobre Pasto expediciones aventuradas, como las que se han hecho anteriormente; porque el estado ventajoso en que se halla actualmente la República es un motivo para conservar el honor de que se han cubierto nuestras armas, y al mismo tiempo un estímulo poderoso para que nuestros enemigos, aprovechando todos los recursos, den a sus operaciones el impulso violento que requiere su situación desesperada. Estas reflexiones merecieron la aprobación del Excmo. Señor Vicepresidente de Cundinamarca, que a consecuencia me ordenó !a retirada a este Valle.

Para dar cumplimiento a esta orden superior salió de Popayán el 21 de este mes un número considerable de emigrados voluntarios, a quienes seguía protegiendo el Ejército en marchas muy orde­nadas: yo me quedé en Popayán hasta que salió la partida volante de retaguardia, y después de haber procurado la quietud a los veci­nos que no habían podido emigrar, llegué sin el menor desorden a Calibío, donde se acampó la tropa aquella noche.

Todo mi objeto era continuar ordenando la retirada al Valle, y después de acantonar los cuerpos en posiciones cómodas dedicarme únicamente a la disciplina más exacta para marchar sobre Pasto en el momento que llegasen los auxilios que me ofrece el Excmo. Señor Vicepresidente. Pero el mismo día de mi salida tuve la desgracia de que se agravase una enfermedad muy molesta que ya sentía en Popayán, y que en dictamen del físico no solamente me impedía el que continuase en la fatiga, sino que me precisaba a buscar con prontitud un temperamento cá’ido donde conseguiría, aunque tarde, algún alivio de mis males, y siempre con el riesgo de quedar inutilizado para la carrera.

En estas circunstancias, encargué el mando del Ejército al General de Brigada José Mires, según lo previene V.E. en el artículo 109 de las instrucciones que me dio; y al efecto le individualicé todas las órdenes superiores que debía cumplir en este destino y me adelanté a ponerme en curación.

Yo espero que V.E. se sirva aprobar la medida que he adoptado y permitir el que me retire al temperamento que sea más propio para que yo consiga mi sanidad tardía, exonerándome igualmente del mando de este Ejército, pues el tiempo que yo necesito para mi restablecimiento no me dejará entrar en los pormenores y demás atenciones de este empleo.

Dios guarde a V.E. muchos años. Excmo. Señor,

El General de Brigada,

MANUEL VALDES

Cuartel General Libertador en Trujillo,

a 10 de octubre de 1820, 10°

En las presentes circunstancias es inadmisible la renuncia que hace el señor General Valdés del mando del Ejército del Sur. El Gobierno, que le ha confiado las armas de la República en aquella parte, espera que las conducirá siempre con la gloria que hasta ahora, mientras que en mejor oportunidad se atiende a la solicitud.

BOLÍVAR

Se comunicó en 29 de octubre.

(Rúbrica de santander)

* De un impreso moderno. "Acotaciones Bolivarianas", 93-95.

| | Mapa del sitio | Seguir la vida del sitio RSS 2.0