San Cristóbal, junio 4 de 1820.
Al Excmo. señor Vicepresidente de Cundinamarca.
Instruido el Libertador de lo que V.E. me dice en su oficio de 22 de mayo último, me ha mandado le diga en contestación:
1.Que las órdenes libradas por V.E. a la escuadrilla del Magdalena, son conformes a las últimas que se expidieron por este Ministerio directamente al Comandante Maza, a conse cuencia del parte que éste dio de haber adelantado sus posiciones hasta Tamalameque, y haber sostenido sobre El Banco y El Peñón un combate en que fueron nuestras las ventajas. Estas órdenes se entendían bajo el supuesto de que no se le hubiese reunido el batallón de Honda. Se previno además que reunido este cuerpo con la escuadrilla, se acerque de nuevo al Banco, haga todos los prepartivos y amenazas de ataque y pase delante de él por la noche procurando no ser sentido. Que logrado esto, cargue sobre Mompós abiertamente y la ocupe por un golpe de mano, sin atender a las fuerzas de El Banco, que viéndose cortadas por el río y ocupada su espalda en Santa Marta por el Coronel Carmena, es probable que se dispersen. Aun cuando intentasen estas fuerzas ocurrir a la defensa de Mompós, llegarán tarde, si, como se ha ordenado, marcha rápidamente sobre aquella plaza el Comandante Maza.
2.Que advierta V.E., tanto a la escuadrilla como al Teniente Coronel Córdoba, y a cualquier otro jefe de los cuerpos de operaciones, que se entienden con V.E., que ejecuten de preferencia las órdenes que S.E. el Libertador les comunique directamente por este Ministerio o por el Estado Mayor General. Esta advertencia es urgente y sobremanera importante, para evitar las confusiones y dudas en que podrían hallarse alguna vez aquellos jefes, recibiendo órdenes diversas y quizá contrarias.
3. Que ordene V.E. a Antioquia la recluta de cien hombres, para formar un cuerpo de caballería que obre con el Teniente Coronel Córdoba. Esta recluta debe marchar inmediatamente a reunirse a aquel cuerpo, donde quiera que esté, sin que detenga por ellas sus operaciones. S.E. queda encargado de remitir el comandante y el cuadro de oficiales que irán por Ocaña, para que lleguen antes que la recluta, y cree que no es necesario enviar caballos con ellos, pues éstos deben encontrarse en las sabanas. Será, sí, muy conveniente, que los hombres que se tomen para este cuerpo sepan montar si es posible, y también que lleven algunas sillas, si no todas.
Lo comunico a V.E. de orden del Libertador, para su inteligencia y cumplimiento.
Dios guarde a V.E. muchos años.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* De un impreso moderno. De "Cartas a Santander", volumen III, págs. 197-198.
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