Rosario, junio 2 de 1820.
Al Deán y Cabildo del Arzobispado de Bogotá:
Penetrado el Excmo. señor Libertador Presidente del más alto respeto y veneración a las eminentes virtudes y sabiduría de USS., me ha mandado dirija a USS. el adjunto proyecto de decreto, para que examinado con la madurez, imparcialidad y rectitud que el bien del Estado y de la Iglesia exigen, tengan USS. la bondad de informarle, si puede o no pronunciarse con las modificaciones y reparos que USS. juzguen convenientes.
La decisión de USS. calmará las inquietudes y temores que siente S.E. al tocar los privilegios de la Iglesia, no atreviéndose a separarlos distintamente de los de la soberanía.
Dios, etc.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* De un impreso moderno. O’Leary, "Memorias"; tomo XVII, pág. 211.