Mérida, 2 de octubre de 1820.
A S.E. el general F. de P. Santander.
Mi querido general Santander:
Poco ha ocurrido hasta ahora en cuanto a combates; en cuanto a ocupar territorio y obtener ventajas ciertamente particulares, Vd. verá el resultado de la operación en el detalle que se ha dirigido por la secretaría de guerra al E.M. general, que debe trasmitirse a Vd. Como es hecho de prisa tendrá faltas que Vd. puede quitarle al imprimirlo.
Las noticias que han dado Jas Conchas [1] y otras godas a los españoles, les han reanimado en mucho, porque les habían asegurado de tal manera la invasión que haría Calzada, y la pérdida del Reyno, que Tello quiso de muy buena fe persuadirlo a nuestro oficial parlamentario. Les habían escrito a los godos que mi ida a Cartagena no había sido sino a Santafé para procurar contener a Calzada [2]; ya Tello no tenía embarazo de decir que tenía diez espías en Cúcuta. Vea Vd. si no tengo razón de hacer salir esas malditas mujeres para que no espíen nuestras operaciones. Mi oficio a Morillo lo había tomado Tello, o manifestaba tomarlo, por muy diferente motivo del que lo produjo. Publicaba que habiendo Calzada ocupado a Cundinamarca, yo estaba obligado a procurar un armisticio. Ya se habrá desengañado, si gusta de hacerlo, porque ha tenido que huir de las tropas que él consideraba derrotadas, pero crea Vd. que ha huido precipitadamente y en un gran desorden. Hoy han salido algunos de caballería a ver si los alcanzan y los entretienen mientras llegue la infantería. No los alcanzarán creo hasta Trujillo. Yo pienso aprovechar cuanto pueda sin comprometer, no obstante, una batalla sin una probabilidad conocida de ganarla.
Adiós, mi querido general, siempre lo ama a Vd.
BOLÍVAR
Mi querido amigo:
Como todas las noticias se comunican, nada ocurre que decirle sino reofrecerme a Vd. siempre y siempre.
Su invariable afmo. amigo y compañero.
SUCRE
* De un impreso moderno. Simón Bolívar, "Obras Completas", tomo I, pág. 501.