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DOCUMENTO 3751. OFICIO DE BOLÍVAR PARA EL GENERAL JOSÉ ANTONIO PAEZ, FECHADO EN PAYA EL 30 DE JUNIO DE 1819. AVISÁNDOLE RECIBO DE LAS CORRESPONDENCIAS DEL 12 Y 15, LOS PARTES DEL SEÑOR CORONEL ARISMENDI, Y LA COLUMNA ENEMIGA POR PEDRAZA, LE EXPONE ASI MISMO LAS BUENAS IMPRESIONES QUE LA HA CAUSADO LA PROYECCIÓN DE OTROS PLANES A EFECTUARSE.*

Paya, Junio 30 de 1819. 9º

Al señor General Páez.

Oportunamente han llegado a mis manos los dos oficios de US. fechas de 12 y 15 del presente, incluyéndome en el primero dos partes del señor Coronel Aramendi sobre la marcha de una columna enemiga por Pedraza, y participándome en el otro resultado de su operación sobre Guaca y proyecto que había US. concebido de obrar sobre Pedraza y batir la columna enemiga más bien que venir a Cúcuta. Esta operación me ha parecido sumamente importante, y me ha sido muy satisfactorio que US. se haya anticipado a ejecutarla. Si US. logra, como yo no dudo, batir ese cuerpo de tropas, cualquiera que haya sido el objeto que lo trajo a Pedraza, queda burlado, la Provincia de Barinas queda libre, y US. en aptitud de prestar a este ejército una cooperación más activa, bien sea ejecutando el movimiento que me indica sobre Mérida, o bien distrayendo la atención de Morillo sobre el Occidente.

Las operaciones del ejército, reducidas hasta ahora a marchar por país amigo, no tienen de interesante sino la ocupación de este punto, y las innumerables dificultades que hemos vencido para venir hasta aquí. Después de haber pasado felizmente los rabanales del Arauca y todos los ríos navegables que hay de allí a Pore, creí haber superado ya el principal obstáculo para la empresa; pero al ver las nuevas dificultades que diariamente se presentan y reproducen a cada paso, casi he desesperado de su ejecución. Sólo una constancia a toda prueba y la decisión de no desistir por nada de un plan que ha sido tan generalmente aplaudido, me hubiera hecho vencer unos caminos, no sólo impracticables sino casi inaccesibles, sin transportes para reponer los del parque, sin víveres para la mantención de las tropas y una estación tan cruda en que apenas hay día ni noche en que no llueva.

Al fin, todo se ha allanado por el sufrimiento, y tenemos ya la satisfacción de haber desalojado al enemigo de mi primer puesto. Un destacamento de trescientos hombres que había aquí, fue batido el 27. Nuestra ventaja fue habernos apoderado de los dos puntos que cubría el enemigo, tan fuertes por la naturaleza que diez hombres bastan para detener a 1.000. Después de desalojados no pudieron ser perseguidos, porque pasaron el puente del río de Paya, que no da vado, y lo cortaron.

Para dar tiempo a que llegue el poco ganado que ha alcanzado aquí, ha hecho alto la vanguardia hasta hoy que marchó. Mañana lo hará la retaguardia y dentro de 8 días espero estar en Sogamoso.

Todas las noticias que tengo de la Nueva Granada son muy lisonjeras. Los pueblos nos esperan con ansia y los enemigos nos temen. Multitud de guerrillas los molestan en el interior, y además se asegura que el General Mac Gregor amenaza la costa: se obra ya sobre ella. Si estas noticias se confirman, el resultado de nuestras operaciones será más pronto y fácil.

Dios, etc.

BOLÍVAR.

* De un impreso moderno, O’Leary, "Memorias", tomo XVI. págs. 404-405

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