Rosario, 21 de mayo de 1820.
Al señor Coronel José María Carreño.
En este momento he recibido un parte del Capitán Rodríguez desde Ocaña, añadiendo detalles de la noticia de la expedición irlandesa.
Esta noticia se sabe por dos soldados de la misma expedición que han declarado: que fondeó esta escuadra en Río Hacha, en número de 14 buques, desembarcaron 1.300 hombres y ocuparon la ciudad y Provincia sin resistencia, quedó el Almirante Brion cubriendo el país con 700 hombres y el Coronel Montilla vino con 400 sobre el Valle Dupar, batiendo en el tránsito una columna enemiga en el Valle de San Juan; que estando en el Valle Dupar estos dos soldados se separaron de la expedición por ir a buscar pan a los conucos y los apresó una guerrilla enemiga que los conducía a Chiriguaná, cuando lograron escapar en una noche y vinieron a Ocaña por fortuna. Estos soldados son marineros del bergantín Congreso y naturales del Orinoco. El Coronel Carmona estaba el 16 en Estancia Vieja y pensaba continuar sus marchas.
Por si no se hubiese incorporado aún con el Coronel Montilla, se le previene con esta fecha espere reunirse con el Coronel Lara, en el punto que crea más conveniente. US. le pasará este oficio al Coronel Lara, para que le sirva de gobierno y procure tomar nuevos informes de Carmona, sobre todo, para arreglar su marcha.
S.E. ha sabido aquí que el batallón de Rifles [1] ha cometido, tanto en este pueblo, como en Táriba, desórdenes, excesos espantosos, indignos de soldados de la República y mucho más de los de la Guardia de Honor, siendo lo más extraño que se les deje impunes. S.E. encarga a US. la mayor severidad para corregir este cuerpo y hacerlo entrar en su deber y en la disciplina, previniendo a su Comandante cele y castigue a los que falten a ella, porque de otro modo será separado de la Guardia. Este mismo encargo se hace al señor Coronel Lara.
Dios, etc.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* De un impreso moderno. O’Leary, "Memorias", tomo XVII, pág. 192.