DOCUMENTO 4327 OFICIO DE PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ PARA EL CORONEL AM­BROSIO PLAZA, FECHADO EL 20 DE MAYO DE 1820 EN ROSARIO, EN EL CUAL POR ORDEN DE BOLÍVAR LE SEÑALA DISPOSICIONES ACERCA DE ALGUNOS BATALLONES Y CIERTAS PROVIDENCIAS SOBRE GANADO.*

Rosario, 20 de mayo de 1820.

Al señor Coronel Ambrosio Plaza.

Están en mi poder y en conocimiento de S.E. los dos oficios de US. fechas 18 y 19 del presente.

El señor General Urdaneta avisa que el 18 debía entrar en la montaña el primer batallón de la columna que conduce y pide se le auxilie. S.E., en consecuencia, ha dispuesto que envíe US. inmediatamente un batallón sin armas para que vaya hasta donde encuentre al Comandante Heras que manda aquel cuerpo y tome todos los fusiles que pueda traer, principalmen­te los que vienen en mano. Llegado a San Cristóbal este bata­llón que US. envíe ahora, destinará otro de los de la Guardia que vaya por el mismo camino a encontrar al Comandante Lugo, que viene con el segundo cuerpo de la columna a auxi­liarlo, descargando a los soldados de los fusiles que traen. También dará US. órdenes para que en Riofrío y San Josesito se preparen a estas tropas algunos auxilios, especialmente de pan, sal, etc.

S.E. ha sabido que el Coronel Iribarren ha tomado en los Llanos el mejor ganado que venía para el ejército, y lo ha enviado a vender por su cuenta. Entre otras providencias que S.E. ha tomado, a virtud de estos informes, es una el que US. tome el ganado que haya ahí o llegue después, perteneciente al Coronel Iribarren, sin pagar ni una sola res de las que re­sulten venir para su venta, averiguando escrupulosamente cuá­les son las partidas de él, y haciendo que sepan todos los de­más ganaderos que esta providencia no se extenderá nunca a ellos, y sólo comprende a aquél, por ser el ganado que envía del recogido por el Estado.

Mientras está fuera de ese cuartel el batallón que marcha a la montaña, puede US. disponer que el escuadrón del Coman­dante Carvajal vaya allá a hacer el servicio con los fusiles que deje aquel.

Si en el Estado Mayor de la Guardia no hay sino un adjunto, en la Secretaría de la Guerra no hay un solo oficial. Compare US. las atenciones y trabajos de los dos despachos y envíe a Gómez inmediatamente que se restablezca, en la inteligencia de que entretanto estará suspendida la mayor parte del des­pacho.

Todo lo comunico a US. de orden de S.E., para su cum­plimiento.

Dios, etc.

PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ

* De un impreso moderno, O’Leary, "Memorias", tomo XVII, págs. 186-187.