Rosario, mayo 9 de 1820.
Al Excmo. señor Vicepresidente de Cundinamarca.
El Libertador ha visto con dolor el oficio de V.E., fecha de 27 del próximo pasado, en que después de exponer que el ingreso de las cajas de esa capital no alcanza a cubrir el egreso, concluye proponiendo los arbitrios que cree convenientes para poder remitir mensualmente a este ejército treinta mil pesos que se han pedido.
S.E., bien satisfecho de que no hay un gasto más urgente ni importante que la subsistencia de estas tropas, el primero y más firme apoyo de la República, y convencido íntimamente de que sólo V.E. empleará todo el celo y energía necesarios para conseguir los recursos de que ellas carecen, no ha dudado librar el decreto que tengo el honor de incluir a V.E., autorizándolo para que dicte todas las providencias que crea conveniente a aquel fin.
S.E. me manda que lo diga así a V.E. y que le añada:
1.Que como no es éste solo el ejército que obra y defiende a Cundinamarca, y todos merecen igualmente la atención y cuidados del gobierno, V.E. no limitará sus medidas a él, sino que las extenderá de modo que también sean auxiliados los demás cuerpos de operaciones, especialmente el del Sur; pero será después que hayan venido los treinta mil pesos pedidos para este ejército, pues son los más urgentes.
2.Estos gastos deben considerarse como preferentes, y se cubrirán antes que cualquiera otro; pues todos los demás son secundarios, y de una importancia relativamente mínima.
3 . Que obligado S.E. a adoptar la defensiva por esta parte en fuerza de las circunstancias, tendrá al fin que emprender las operaciones activas, aventurando la suerte del ejército y de la República en una campaña del más incierto resultado, antes que permitir que se arruine el ejército por la falta de recursos para su subsistencia. En este caso, S.E. protesta que no será él responsable del mal suceso de sus empresas, no sólo involuntarias, sino contrarias a sus planes y proyecto.
4.Que para hacer menos gravosa la subsistencia de las tropas que se están creando en Bogotá, puede V.E. distribuirlas en toda la provincia.
5.Que el batallón de Honda sea mantenido por Mariquita y Neiva, así como Tunja y el Socorro mantienen sus batallo nes y la columna Briceño.
Últimamente: que V.E. agote toda la fuerza de sus recursos, actividad y celo tomando todas las medidas que faciliten al ejército su subsistencia sin ahorrar medio alguno.
Dios guarde a V.E. muchos años,
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* De un impreso moderno. "Cartas a Santander", volumen III, págs. 179-180.
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