Al Excmo. señor Almirante Luis Brion.
Después de haber puesto en acción diferentes medidas para promover la rendición de Cartagena, y haber dado las órdenes necesarias para el aumento de tropas y medios de subsistencia, pienso no detenerme más tiempo, para marchar volando a ponerme a la cabeza del ejército, que actualmente se está moviendo sobre la Provincia de Caracas. Como esta operación es la decisiva de la suerte de Colombia, me he creído obligado a dirigirla yo mismo; dejando, por ahora, de la mano toda atención que no se dirija a la destrucción del ejército de Morillo; porque si Ja fortuna nos favorece, en el resto de este año consumamos la libertad de Colombia.
Yo cuento con el celo constante y el desprendimiento generoso con que V.E. siempre se ha consagrado al servicio de la patria. Así no dudo que V.E. contribuirá muy poderosamente con su escuadra y con todos los elementos que están a su alcance a completar la libertad de Santa Marta, Cartagena y Maracaibo. El señor Coronel Montilla debe conseguir el suceso contra las dos primeras, ayudado por nuestra valiente escuadra. El Coronel Lara está destinado a la última, y yo espero que V.E. le prestará todos los auxilios necesarios para que logre su encargo. Tomado Maracaibo, muchos recursos pueden sacarse de aquella importante ciudad y del interior de la Nueva Granada: puede contar V.E. que por aquella parte recibirá cuanto esté a mi alcance para cubrir su crédito; pero mucho más luego que estemos en posesión de la capital de Caracas, donde se encontrará todo lo necesario.
Alcanzada la libertad de Caracas, nuestras atenciones cesarán y V.E. será preferido como el más benemérito de todos nuestros acreedores, y nada me será más satisfactorio que ver entonces satisfecho el honor de Colombia y recompensado su bienhechor con cuanto la República puede disponer.
Dios, etc.
Turbaco, agosto 28 de 1820.
BOLÍVAR
* De un impreso moderno. O’Leary, "Memorias"; tomo XVII, págs 402-403.