Cuartel General en Angostura, 8 de junio de 1818.
Al señor Almirante Luis Brión.
Excelentísimo señor:
Las extraordinarias atenciones de la campaña que abrí en enero de este año, me habían impedido comunicar a V.E. los detalles de las acciones que han tenido lugar después que V.E. marchó de esta plaza. Daré ahora a V.E. una idea ligera de ellos [1]
Después de batido el General Morillo en Calabozo y El Sombrero, siguió por las serranías hasta los Valles de Aragua. Yo le perseguí hasta donde pudo alcanzar mi caballería y volví a Calabozo a organizar el inmenso territorio que habíamos libertado. Hecho esto emprendí mi marcha sobre los Valles de Aragua y llegué por el lado de Valencia hasta La Cabrera, y por el de Caracas hasta las Cocuizas, destinando al mismo tiempo una gruesa división por San Carlos que llamase la atención de Morillo que se hallaba en Valencia, mientras que yo batía a La Torre que se había retirado a La Laja. La división que debía obrar por San Carlos no pudo andar con tanta rapidez que impidiese a Morillo que viniese a La Cabrera y desalojase un cuerpo de tropas que se hallaba allí. Yo para impedir que el enemigo tomase mi espalda y me impidiera las comunicaciones con los cuerpos de ejército que obraban por separado, retrogradé a la Villa de Cura y de allí al sitio de Semen donde presenté batalla a todas las fuerzas reunidas del General Morillo. Esta fue sangrienta y tenazmente sostenida [2] por ambas partes; pero sin embargo la victoria se declaró por nosotros y el enemigo tuvo una pérdida [3] de 1.000 entre muertos y heridos confesada por ellos mismos [4] Como mi infantería era infinitamente menor que la del enemigo y los combates habían sido muy repetidos [5] mis municiones y fusiles se habían minorado mucho [6], volví a los Llanos a reponer mis pérdidas y sobre todo a pedir a esta plaza armas y municiones de que carecía. Organicé efectivamente el Ejército y volví a batir a los españoles en Ortiz que les obligué a desocupar y retirarse hasta la Villa de Cura sin perseguirlos hasta aquella porque los bosques los ponían a cubierto de la caballería.
Deseoso siempre de atraerlos a la llanura destiné de nuevo al General Páez sobre San Carlos, y este General tuvo la fortuna de batir tan completamente en la Sabana de Cojedes al ejército español y colegiales de Caracas, que después de haber dejado tendidos en el campo de batalla más de 1.000 hombres, lo obligó a retirarse precipitadamente a Valencia, dejándolo dueño del campo, de sus equipajes y de cuanto llevaba. Pero a pesar de tantos triunfos obtenidos en tantas batallas y combates nuestra infantería y municiones se disminuían necesariamente y yo no recibía recursos de Angostura. Yo sería infaliblemente dueño de la Provincia de Caracas y de su Capital, si hubiera tenido a tiempo municiones y armas que poner en manos de centenares de hombres que se me presentaban en todas partes; y hubiera podido con estos elementos aprovecharme de las ventajas obtenidas tantas veces persiguiendo al enemigo hasta sus últimos atrincheramientos.
La falta de municiones y de armas, repito, es la que me ha hecho volver a esta plaza para procurármelas por todos los medios aun los más extraordinarios, dejando en el entretanto al señor General Páez con su numerosa e invencible caballería encargado de la conservación de los Llanos de Apure y Calabozo [7], teniendo aquel su cuartel general en San Fernando que está además guarnecido con 600 infantes.
El resultado de esta terrible campaña ha sido la destrucción de casi todas las tropas españolas europeas. En los campos de batalla han quedado más de 4.000 hombres enemigos, y puedo asegurar a V.E. que en toda Venezuela no hay 800 españoles de la Península; y que si no reciban un auxilio externo jamás vendrán a buscarnos a nuestras posiciones.
Morillo ha sido mortalmente herido en la acción de Semen: La Torre en la de Cojedes y en la misma han muerto los Brigadieres Real y Correa: el Segundo López murió en Tiznados [8] En Calabozo, El Sombrero, los Valles de Aragua, Semen, Ortiz y Cojedes han muerto casi todos los Coroneles y Comandantes [9] de los regimientos españoles.
Esta es la oportunidad de reparar nuestras pérdidas procurándonos armas y municiones, que es cuanto nos falta. Yo voy a tomarlas de V.E. y a ponerme en aptitud de destruir los pocos enemigos que quedan.
Dios, etc.
[BOLÍVAR]
* Del copiador nº 9. Archivo del Libertador, vol. 25, fols. 13-14 vº. Escrito de letra de Jacinto Martel. Para las características del cuaderno copiador véase la nota principal del doc. nº 2776.
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