San Cristóbal, mayo1º de 1820.
Al Excmo. señor Vicepresidente de la República.
Antes de separarse de esa capital el Excmo. señor Libertador Presidente, nombró Enviado extraordinario cerca de algunas potencias extranjeras al señor Vicepresidente de la República y le confirió los poderes e instrucciones que creyó convenientes al mejor éxito de su misión, conforme al reglamento expedido por el Congreso General detallando las atribuciones del Poder Ejecutivo. Como S.E. no ha sido instruido de que aquel reglamento esté derogado, ni conozca otra regla de conducta con respecto a sus atribuciones, puesto que aún no se ha publicado ni se le ha comunicado la Constitución, ha sabido con sorpresa que aquel Enviado recibió nuevos poderes del Congreso, en violación del artículo del reglamento que le comete la facultad de enviar y recibir los Embajadores, Cónsules, Agentes y Ministros diplomáticos; y me ha ordenado encargue a V.E. que inquiera la verdad de este hecho, y resultando conforme a aquellos informes, haga V.E. a nombre de él desde ahora ante la Comisión, las más solemnes, formales protestas contra semejante acto, declarando nulo y que no pasará de ningún modo cuanto se obre fuera de los poderes que S.E. cometió.
Esto mismo dirá V.E. al Enviado Zea en la primera ocasión, siempre que resulten ciertos los nuevos poderes.
Dios, etc.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* De un impreso moderno, O’Leary, "Memorias", tomo XVII, págs. 145-146.