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DOCUMENTO 3665. CARTA PARTICULAR DE BOLÍVAR DIRIGIDA AL SEÑOR GUILLERMO WHITE, DESDE EL CUARTEL GENERAL DE LA LAGUNA DE LOS LAURELES EL 4 DE ABRIL DE 1819. COMUNICÁNDOLE NOTICIAS SOBRE LA CAMPAÑA.*

Cuartel general de La Laguna de Los Laureles,a 4 de abril de 1819. 9º

Al señor don Guillermo White.

Mi querido amigo:

He recibido antes de ayer una carta de V. del 14 de enero último, por la cual le doy las más debidas gracias.

Voy a decir a V. en sustancia y muy sucintamente el estado de las cosas militares por esta parte para que V. las publique del modo que le sea posible, cierto de no ser engañado.

Morillo pasó el Apure con seis mil hombres en los últimos días de enero. A tiempo que yo marchaba contra él me llegó la noticia del nuevo refuerzo que nos venía de ingleses y desde entonces resolvimos una estricta defensiva hasta que lográsemos incorporar a nuestro ejército aquellas tropas. Nuestra defensiva ha sido mortal para Morillo, porque en marchas, contramarchas y combates parciales ha perdido casi la mitad de su ejército. Yo lo habría atacado de frente y dado una batalla general, casi cierto del éxito; pero he tenido que reprimir mi resolución y evitar el combate por conformarme a los consejos reiterados de todos nuestros amigos, que no quieren ver comprometida la suerte de la República en una acción general. Por otra parte, la ruina del enemigo es segura si permanecemos observándolo y molestándolo de cerca hasta que la expedición del general Urdaneta le llame su atención por la espalda. Entonces, o divide sus fuerzas, o deja uno de los dos cuerpos en estado de aprovecharse impunemente del país que abandone.

Nosotros, con esto, aumentamos nuestras fuerzas y él disminuye las suyas por la inevitable deserción de sus tropas y la disminución de sus recursos.

Morillo no espera nada de España y a nosotros no nos faltan esperanzas de socorros ingleses; todo, en fin, me aconseja la conducta de Fabio que con mucha pena me veo obligado a seguir; porque desgraciadamente estoy muy distante del carácter de aquel gran general: él era prudente y yo soy impetuoso.

Antes de ayer el general Páez ha logrado un golpe admirable sobre Morillo y que pudo haber sido completamente decisivo, si la noche no lo hubiese ocultado a nuestras lanzas. No pensábamos más que darle a conocer la superioridad de nuestra caballería; y así no aprovechamos el brillante resultado que tuvimos, porque no habíamos preparado el lance para ello.

Arrollamos todo el ejército cuando sólo pensábamos batirle una parte de su caballería. Ciento y cincuenta valientes mandados por el general Páez no podían solos destruir todo un ejército, estando todas nuestras tropas con el Arauca por el medio.

El resultado de todo esto es que Morillo se ha retirado con más de dos mil hombres de pérdida, sin haber podido jamás ni aun concebir la esperanza de batirnos, porque jamás ha podido ver más que guerrillas que con una audacia inconcebible lo han acribillado por todas partes. Casi todos los días hemos tenido algún pequeño suceso en más de dos meses que ha permanecido el enemigo en este país, mientras que nosotros no podemos lamentar sino la pérdida de algunos poquísimos individuos. Más ha padecido nuestra infantería sin haber combatido que nuestra caballería combatiendo constantemente. Las marchas han fatigado a los ingleses más de lo que yo temía. El clima les ha hecho alguna impresión, pero pronto estarán acostumbrados a nuestros calores.

Espero con impaciencia noticias de la expedición del coronel English para activar mis operaciones según convenga a las que haga su expedición. Puedo asegurar a V. que su retardo nos ha hecho un perjuicio de que no hay idea; y hasta ahora mi opinión es que nos habría sido más útil no saber nada de esta expedición inglesa, que el bien que nos puede hacer su llegada. Todo se ha trastornado, y todo no se ha hecho como se pudo haber hecho. En fin, querido amigo, todas las bonitas no se besan.

No digo a V. lo que voy a hacer, porque no conviene que se sepa, y esta carta puede perderse. El resultado lo dirá.

Mande V. a su affmo, amigo que lo ama de corazón.

BOLÍVAR.

* De un impreso moderno. Cartas del Libertador, tomo XII, págs. 120 -122. El original se conserva en la Biblioteca de la Universidad de Yale. Debemos su conocimiento al Dr. J. León Helguera.

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