San Cristóbal, abril 13 de 1820.
Al Excmo. señor Almirante Luis Brion [1]. Excmo. señor: He recibido dos oficios de V.E. de 4 de enero último y otro de 5 del mismo. Yo no dudo, de que como V.E. me lo ofrece, hará los más extraordinarios esfuerzos para asegurar el feliz resultado de la operación que se ha encomendado al señor Coronel Montilla y le doy las gracias anticipadamente.
Desde Guasdualito dispuse en febrero último que se remitiesen a V.E. veinte y cinco mil pesos, única suma de que podía disponer por entonces a su favor, bien sea reputándola como parte en pago de su deuda, o como fondo destinado a los más urgentes gastos de la marina.
La marina llama toda mi atención; y es objeto de mis frecuentes meditaciones, de qué arbitrios deberé servirme para proporcionar a V.E. los caudales necesarios para la adquisición de buques mayores y lanchas cañoneras, y ponerlos en estado de obrar con ventajas sobre las costas fortificadas del enemigo; pero careciendo actualmente de lo muy indispensable para mantener un grande ejército que obra en el interior y para la adquisición de armas, me es indispensable por ahora el aumento de la marina, especialmente en buques mayores, y es necesario que mientras se proporciona un sobrante capaz de hacer frente a los gastos que exigiría un considerable aumento en la marina, conserve V.E. los buques de guerra existentes y se atienda con ellos a todas las exigencias del servicio.
Con esta fecha comunico nuevas instrucciones al señor Coronel Montilla. En ellas se dispone, entre otras cosas, que la operación sobre Maracaibo se lleve a efecto infaliblemente, haya o no llegado el General D’Evereux y se pueda o no llevar un considerable número de fusiles sobrantes.
Si las atenciones del Almirantazgo, como lo creo, exigieren que V.E. permanezca en la isla de Margarita, irá el General Clemente [2] mandando la escuadra. Es necesario que lleve el mayor número posible de buques de guerra, del Estado o de particulares, los fusiles que se hubieren conseguido, municiones suficientes para una campaña, contando con un cuerpo de 2.500 a 3.000 hombres y todos los artículos de guerra que estén al alcance de V.E. al despachar la expedición.
Yo estoy decidido a ocupar a Maracaibo, cuatro cuerpos están en marcha con este objeto y algunos muy internados en la Provincia de Santa Marta; pero es indispensable la cooperación por la costa. Quinientos hombres que conduzca el Coronel Montilla son más que suficientes. Maracaibo será libertado, y dueños nosotros de Guayana y Maracaibo, ningún poder será suficiente para destruirnos.
Yo me prometo que V.E. hará los últimos esfuerzos por contribuir a la ejecución de este plan y que jamás podrá decirse que el Almirante fuera causa de que no se realizase.
Dios, etc.
BOLÍVAR
* De un impreso moderno, O’Leary, "Memorias", tomo XVII, págs. 125-126.
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