Tunjo, 27 de marzo de 1820.
Al Vicepresidente de Cundinamarca.
Con el fin de evitar fraudes en la administración de la salina de Chita, he determinado que se pongan en arrendamiento bajo las condiciones siguientes:
1a Se rematarán anualmente, o por trienio a lo más, en dos, tres o cuatro mil pesos más, por lo menos, de los que anualmente produce.
2a Mensualmente exhibirá en cajas el arrendatario lo que corresponda al mes entrante; quiere decir, que cada mes será pagado anticipadamente.
3a Se tomarán todas las medidas de precaución necesarias para evitar que el arrendatario saliente no abuse de tal modo que perjudique al entrante, para lo cual se pondrán todas las condiciones que precavan estos perjuicios al Estado.
4a El arrendatario no tomará más derechos, ni tendrá más facultades que las que actualmente tiene el gobierno sobre otras salinas.
5a El arrendatario dará la fianza correspondiente, con la precisa circunstancia de que los fiadores hayan de ser principales pagadores, sin que el Estado tenga que entenderse con bienes.
Y las he comunicado al Gobernador Comandante General de esta Provincia para que inmediatamente se proceda por sujetos peritos a formar el proyecto para el arrendamiento, que no se llevará a efecto hasta la aprobación de V.E.
La salina de Chita como la de Nemocón, puede administrarse por arrendamientos, por la circunstancia de que siendo sus sales cocidas y en limitada cantidad, no puede perjudicarse el Estado. La salina de Nemocón se pondrá, pues, también en arrendamiento, con las mismas condiciones que quedan señaladas, añadiendo que debe dar al Estado 20.000 pesos libres por lo menos, quedando de cuenta del arrendador el abonar a los indios los 9.000 que les corresponden. Si se ponen dos calderas en dicha salina nada es más fácil que la realización de este proyecto, pues allí no hay más gastos que el de leña y vasos.
Infórmeme V.E. del progreso de este asunto.
Dios, etc.
BOLIVAR
* De un impreso moderno, "Cartas a Santander", vol. II- páes. 122-123.
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