Tunja, 27 de marzo de 1820.
Al señor General José A. Páez.
Acaba de presentárseme el aspirante del batallón de Boyacá, José María Silva, con el adjunto despacho en que US. le nombra Subteniente en el mismo batallón. El hecho de dar este nombramiento, es una usurpación de las facultades supremas del Gobierno; lo es también que su Secretario, y el Jefe del Estado Mayor, le den el tratamiento de Excelencia, cuando a su grado no corresponde otro que el de US.
Mucho tiempo hace que observo estos abusos; al principio los juzgué tolerables; pero después de tanto tiempo que US. está sometido al Gobierno, debían haber cesado, y es menester que cesen.
Todo Jefe Militar que depende de un Gobierno, en asuntos de empleos militares, no tiene más facultad que la de proponer; a menos, que por causas extraordinarias, se les concedan facultades para proveerlos; y entonces lo ejecutará provisionalmente, y el título que libra no es un despacho, sino un simple nombramiento que sirve al interesado mientras se le libra en forma por el Gobierno. De lo contrario no habrá Gobierno, y todo será anarquía.
Dios, etc.
BOLIVAR
* De un impreso moderno. O’Leary, "Memorias", tomo XVII, pág. 109.