.
Portada del sitio > 12) Período (01ENE AL 30JUN 1818) Correspondencia Oficial > DOCUMENTO 2767 PARTE DE GUERRA FECHADO EN EL RASTRO, EL 19 DE MARZO DE (...)

DOCUMENTO 2767 PARTE DE GUERRA FECHADO EN EL RASTRO, EL 19 DE MARZO DE 1818, FIRMADO POR EL GENERAL DE BRIGADA CARLOS SOUBLETTE, JEFE DEL ESTADO MAYOR GENERAL.*

Estado Mayor General. Boletín del Ejército Libertador de Venezuela, del día 19 de marzo de 1818.—8º

Después del suceso del Sombrero del 16 del pasado, volvió S.E. a Calabozo con el Ejército y llegó el 22. Era su objeto principal organizar todo el inmenso país libertado por nuestras armas, y dar las órdenes necesarias para la ocupación de San Fernando, y perfecta pacificación de la Provincia de Harinas. El General Páez fue destinado a estas operaciones, y marchó el 23 con el batallón de infantería de Apure [1] y tres brigadas de caballería, y el 26 estaba obrando sobre San Fernando. Su Excelencia se dirigió a los pueblos de Guardatinajas, San José, y San Francisco de Tiznados, y el 5 del corriente reunió en el hato de San Pablo las tropas que habían quedado en Calabozo, habiéndose incorporado la Brigada de caballería del señor General Zaraza. El 7 se continuaron las marchas sobre la capital; y el 22 [2] estaban en nuestro poder todos los Valles de Aragua, y nuestras avanzadas situadas en la Cabrera y el Consejo [3] sin haber disparado un tiro de fusil. El General Morillo se retiró a Valencia con la mayor parte de sus fuerzas, y el Brigadier La Torre que con una columna de infantería ocupaba la Villa de Cura, se retiró a La Victoria y de aquí a las Cocuizas [4], sin oponer la menor resistencia. El Coronel Calzada [5] que obraba con su División en la Provincia de Barinas, se situó en San Carlos [6] y López [7] con el cuerpo de su mando en la Villa del Pao.

La plaza de San Fernando fue ocupada por el General Páez al amanecer del 7, habiendo sido hecho prisionero el Jefe que la defendía con toda su guarnición, quien después de haber resistido con una constancia extraordinaria la evacuó en la noche del 6, y fue obligado el 11 a rendir las armas con el batallón de Numancia, y los Granaderos de Barinas.

Como las posiciones que el enemigo ocupaba lo ponían en aptitud de obrar en Occidente, mientras que S.E. atendía a los Valles de Aragua y Caracas, se comunicaron órdenes al General Páez para que con la mayor rapidez se dirigiese con las fuerzas de su mando a la Villa de San Carlos, y amenazase a Valencia, entretanto que S.E. batía a las tropas de La Torre, y venía con todo el Ejército sobre las de Morillo en Valencia. El General Sedeño tuvo orden de unirse a las tropas que iban a obrar por San Carlos. El 14 se hallaba S.E. frente de la posición que ocupaba La Torre en las Cocuizas, habiendo dejado en la Cabrera para observar los movimientos del enemigo al General Monagas [8] con una gruesa columna de caballería.

Estaba S.E. en el momento de principiar sus movimientos sobre el enemigo, cuando recibió el parte de que la Cabrera había sido forzada, y que la columna de caballería a las órdenes del General Monagas se había retirado, parte a La Victoria, y parte a Cagua [9]; y también se le informó de que el General Morillo había reunido las fuerzas de Calzada y estaban todas en Maracay. Determinó entonces S.E. concentrar el Ejército en la Villa de Cura, como se verificó el 15, y por la noche acampó en Bocachica. El Coronel Vásquez [10] con la Brigada de caballería de su mando, fue destinado a observar los movimientos del enemigo en la Villa de Cura. A la una de la mañana se encontró la descubierta enemiga con el cuerpo de observación, y a las tres se puso en marcha todo el Ejército, sostenido el movimiento por el Coronel Vásquez que con su caballería, y el General Torres [11] con dos compañías de infantería del batallón de Barcelona que se le incorporaron en Bocachica, hicieron frente a todas las fuerzas enemigas, mientras que el Ejército tomó posiciones en el sitio de Semen [12] al principiar el día. Una hora después se presentó el enemigo, y se situó a nuestro frente, quedando interpuesto entre los dos cuerpos el riachuelo de Semen que por la pro fundidad de su cauce ofrecía alguna dificultad para el paso.

El sitio de Semen es un pequeño valle de terreno muy desigual, y rodeado de cerros limpios y bastante empinados. Nuestras tropas formaron en el orden siguiente: La Guardia de Honor de S.E., a las órdenes del General Anzoátegui, a la derecha en batalla, dando frente al riachuelo. Los batallones Valeroso [13] en columna al centro, sosteniendo el paso principal del río, Barlovento en batalla, a la izquierda, y Barcelona en batalla, y en segunda línea, a las órdenes del General Valdés [14] El General Urdaneta [15] dirigía las operaciones de estos cuerpos. La caballería formó en tres columnas a retaguardia, mandadas por los Generales Monagas y Zaraza, y por el Coronel Vásquez. Desde luego dirigió el enemigo un cuerpo de infantería a ocupar las alturas de nuestra derecha, y el batallón de Cazadores de la Guardia se destinó a oponérsele; también dirigió el enemigo guerrillas al frente de nuestra línea que se encontraron con las nuestras. Las tropas enemigas que obraban por nuestra derecha fueron atacadas por su frente y por su espalda con suceso, y se hizo marchar entonces el batallón de Barlovento con el General Torres, a quien se encargó de las operaciones de nuestra derecha. Marchó también el General Monagas al mismo punto con su columna de caballería, y todos tuvieron la orden de empeñar la acción por aquella parte. El enemigo auxilió su izquierda con otro cuerpo de infantería que fue batido completamente, y las tropas enemigas que habían subido a la altura huían dispersas por todas partes. Entretanto, en toda la línea se hacía un fuego vivísimo, y el enemigo que observó en tan mal estado sus movimientos de la izquierda, dirigió una gruesa columna de infantería sobre el cuerpo principal del ejército, que hizo retroceder los cazadores del batallón de línea de la Guardia que le fueron al encuentro a la subida del río; pero poniéndosele el batallón Valeroso, el de fusileros de la Guardia, y el de Barcelona, se trabó un combate el más horroroso sostenido por nuestra infantería, con una firmeza de que no hay idea. Las banderas de estos batallones fueron incendiadas por los fuegos del enemigo, y a quemarropa se estuvieron combatiendo cerca de un cuarto de hora, indecisa la victoria. En este momento el Coronel Vásquez echó pie a tierra, con el escuadrón de Apure, y lanza en mano, atacó la columna enemiga por su flanco derecho, a tiempo que nuestra infantería le acometió por el frente, y fue arrollado completamente causándole un estrago espantoso en el paso del río, y en una casa situada del otro lado, en donde se acogieron y fueron lanceados. Casi todas las armas quedaron en el campo, y los pocos que se escaparon fue al favor de un cuerpo de dragones que sostenía el movimiento de la columna, que cargando sobre los que perseguían a los fugitivos, los hizo retroceder hasta la bajada del rio, a donde dieron frente nuestros infantes, y rechazaron el cuerpo de dragones. La caballería pasó entonces el río por el paso prin­cipal con los fusileros de la Guardia, el Valeroso y Barcelona; y los Generales Zaraza y Monagas, con sus columnas de caballería, y el General Torres con el batallón Barlovento, y Cazadores por la derecha, y cargando sobre el enemigo fue éste puesto en completa derrota: las armas, municiones y cuanto tenían quedó en el campo; el enemigo huía en el mayor desorden, perseguido por nuestras tropas que sembraban el campo de cadáveres españoles, y los precipitaron en el desfiladero del paso de otro riachuelo, que quedó obstruido con sus caballos. Nuestras tropas perseguían individualmente los dispersos enemigos, y llegaron también dispersas hasta el paso; pero encontrándose allí con un grueso cuerpo que el enemigo tenía en reserva o que llegaba en aquel momento, y sobre todo habiéndose incendiado varios cajones de municiones de los abandonados por el enemigo, se desordenó nuestra caballería, y fue indispensable abandonar al enemigo el campo de batalla, después de ganada una victoria que sólo en muertos había costado para entonces más de seiscientos hombres y una multitud de heridos entre ellos el mismo General Morillo, y otros muchos jefes y oficiales muertos y heridos. El ejército volvió a ocupar sus primeras posiciones.

Como la rapidez de nuestros movimientos desde Maracay y La Victoria, y las fatigas de este día habían inutilizado nuestros caballos, y como nuestras municiones se habían casi consumido, determinó S. E. volver a los Llanos a remontar la caballería, y se ha ejecutado la operación, sin que el enemigo haya podido molestar nuestra retaguardia. Tal fue el destrozo que sufrió el 16, día en que, en honor de nuestras armas, debemos confesar que las tropas de la República combatieron con un entusiasmo y denuedo de que no hay ejemplo. Los Generales Urdaneta y Valdés fueron heridos levemente, y no damos la relación de los muertos y heridos, porque aún no se han recibido las de los cuerpos.

Dentro de tres días se pondrá el Ejército en marcha en busca del enemigo. La batalla del 16 ha convencido a nuestras tropas de su superioridad sobre las contrarias, y sólo anhelan volver al combate ciertas del triunfo.

Es muy debido manifestar el interés y entusiasmo con que todos los pueblos han recibido al Ejército Libertador; por todas partes no ha encontrado más que aclamaciones las más sensibles, y todos los hombres han volado de los bosques, en donde estaban ocultos, a alistarse bajo las banderas de la República.

Cuartel General del Rastro.

El Jefe de Estado Mayor General,

C. SOUBLETTE.

* De un impreso de la época. Archivo del Libertador, vol. 25, fol. 36. En una hoja de 39 x 25, 5 cms., en dos columnas. El pie de imprenta dice: "Andrés Roderick, Impresor del Ejército de la República".

Notas

[1] Bracos de Apure.

[2] Así en el original. Debe decir 12.

[3] Desfiladero de La Cabrera. Paso entre el promontorio de la Península de La Cabrera (Lago de Valencia y un estribo de la Cordillera del Litoral, en los Valles de Aragua.

[4] las Cocuizas. Después del pueblo de El Consejo, en vía hacia Caracas, se encuentra el río Tuy, y cruzado éste, se llega al sitio llamado Las Cocuizas, donde comienza una subida fuerte, citada por Oviedo y Baños como Terepaima.

[5] Sebastián de la Calzada.

[6] San Carlos de Austria, capital del actual Estado Cojedes.

[7] Coronel Rafael López, apodado "El Segundo López", sobre quien puede consultarse la nota 16 del documento n9 2592

[8] General de Brigada José Tadeo Monagas.

[9] Cagua. Capital del Distrito Sucre del Estado Aragua.

[10] Coronel Genaro Vásquez.

[11] General de Brigada Pedro León Torres.

[12] Semen, quebrada que vierte sus aguas en el río Guárico; se encuentra a unos diez kilómetros al sureste de "Villa de Cura".

[13] Batallón Valerosos Cazadores.

[14] General de Brigada Manuel Valdés.

[15] General de División Rafael Urdaneta.

| | Mapa del sitio | Seguir la vida del sitio RSS 2.0