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DOCUMENTO 3611. OFICIO DE BOLÍVAR DIRIGIDO AL ALMIRANTE LUIS BRION, FECHADO EN ANGOSTURA EL 22 DE FEBRERO DE 1819 . CUYO CONTENIDO GUARDA RELACIÓN CON OTRAS CUATRO COMUNICACIONES QUE TIENE RECIBIDAS DEL DICHO ALMIRANTE. COMPRENDE TAMBIÉN LA REFERENCIA GENERAL DE AQUELLAS, Y DETERMINA LA SITUACIÓN CREADA POR ESAS MISMAS CONSECUENCIAS, E INSTRUYE LAS MEDIDAS ACONSEJABLES Y RATIFICA UNA INMEDIATA EJECUCIÓN DE ORDENES YA IMPARTIDAS.*

Angostura, febrero 22 de 1819. 9º

Al Almirante Brion.

A un mismo tiempo he recibido los cuatro oficios de V.E. fechas de 30 de Diciembre, 3, 6, y 2J de Enero último. Quedo impuesto de sus contenidos.

No comprendo las razones que V.E. alega para excusar la conducta de las goletas Bruto y Espartana en haber apresado las dos fragatas portuguesas que habían sido capturadas por corsarios de la bandera del general Artigas. No puedo persuadirme que estos corsarios hayan sido confiscados como V.E. dice y que al mismo tiempo están cruzando como tales. Si fueron condenados por piratas, ¿cómo estaban armados todavía, y cómo no se les impedía volver a salir del puerto? Si no habían sido condenados, no sé cómo V.E. caracteriza de piratas a buques que llevan bandera de un Gobierno independiente, cualquiera que sea.

En consecuencia, pues, ordeno a V.E. que si no ha habido otra causa para represar las dos fragatas que la de suponer piratas los corsarios del General Artigas, se devuelvan a los corsarios apresadores; pero si estuviese calificada legal e incontestablemente su piratería, la devolución se hará a los propietarios de los buques apresados, a menos que por razón del cargamento que llevaban incurran en la pena de confiscación, en cuyo caso se observarán las leyes de las gentes en el juicio y condena, de modo que el Gobierno no se comprometa con nuestros vecinos del Brasil. Todo esto se entenderá si la represa se hizo en alta mar, porque si las fragatas fueron extraídas de algún puerto neutro o estaban ya bajo la jurisdicción de alguna isla deberán volverse al puerto donde se hallaban para que su Gobierno disponga de ellas.

Esta ocurrencia y la solicitud del Gobierno de San Tomas, de que me ha instruido V.E. por separado, me obligan a prevenir a V.E. que comunique las más estrechas órdenes a todos nuestros buques de guerra y corsarios, para que no molesten ni detengan a ningún buque que lleva bandera de nación neutral o amiga, y mucho menos a los corsarios de los gobiernos que combaten por la independencia de América. Cualquiera Capitán de buque que contravenga a esta orden debe ser castigado con rigor, y si fuese corsario se le privará el uso de patente, pagará la multa y sufrirá las demás penas a que haya lugar, según la gravedad del caso.

V.E. no ignora la situación de la República con respecto a sus rentas y fondos. V.E. sabe que no tenemos de qué disponer ni aun para los gastos más indispensables; no sé, pues, cómo V.E. me habla de hacer nuevos gastos innecesarios, comprando nuevos buques cuando no tenemos como tripular y mantener los pocos buques de que consta nuestra escuadra. Sólo en el caso de que se le ofrezcan a V.E. a precios muy cómodos y plazos muy dilatados, podrá entrar en negociación, y aun en este caso el contrato no tendrá fuerza hasta que el Gobierno no lo apruebe.

Como V.E. no hace más que indicarme la contrata del Barón Von Alten, sin darme los detalles ni todos los términos en que está concebida, nada puedo decir sobre ella. Me anticipo, sin embargo, a prevenirle que si llegare, se incorpore con la División inglesa, cuyo mando he conferido al señor General Urdaneta.

La experiencia nos ha probado la utilidad de los corsarios, particularmente en nuestra lucha con la España.

El Gobierno de Buenos Aires, que es el que más los ha multiplicado, es también el más conocido, respetado y temido. Si nosotros hubiéramos adoptado su conducta, nuestra marina estaría cubierta de buques que nos servirían en ocasiones urgentes: que enriquecerían nuestros puertos con sus presas, destruirían el comercio español, le impedirían los socorros que se prestan los puertos enemigos mutuamente. Tantas ventajas habríamos obtenido, sin costo alguno de parte del Gobierno, en lugar de que por habernos opuesto a este sistema, y adoptado el de los buques de guerra, no tenemos escuadra por falta de medios, ni molestamos el comercio.

Lejos, pues, de recoger las patentes que se han expedido, estoy bien determinado a librar todas las más que se pueda. Si los Capitanes se portasen mal, serán castigados por la nación que los aprehenda, o por nosotros si tuviéramos nosotros la fortuna de aprehenderlos. Entretanto, ellos habrán destruido el enemigo, y conseguido ventajas que los comprometerán a seguir en nuestro servicio; o a amar y defender nuestra causa.

Celebro que todo el parque que existía en San Bartolomé haya venido a esa isla, para que sirva ahora a los objetos que el Gobierno se propone. Yo recomiendo a V.E. que se sumi-nistre de él al General Urdaneta, lo que necesitare, para el plan que va a ejecutar; y espero que no tendrán estos elementos la suerte que tuvieron los que condujo el Imagen que no se han empleado conforme a mis órdenes, y sin embargo se han consumido.

Aun no han llegado los vestuarios y demás efectos que V.E. dice debían venirme de San Bartolomé, a consecuencia de mis reclamos anteriores. Repita V.E. sus órdenes para que vengan sin tardanza, pues todos los artículos pedidos y especialmente los vestidos, son de absoluta necesidad.

Dios, etc

BOLÍVAR.

* De un impreso moderno, O’Leary, "Memorias", tomo XVII, págs. 253-254.

1. El Almirante Luis linón, conforme a microbiografía escrita, es de nacionalidad holandesa, por haber nacido en la Isla de Curazao el año 1783, el mismo en que vino al mundo, el Libertador. Brion, además de MARIÑO fue armador y elemento que gozaba de amplia capacidad económica. Los ideales de libertad, soberanía e independencia le inspiraron confianza y decisión, es por ello, que tanto su persona como su capacidad, los colocó a la orden de Bolívar, luchando en todos los campos, lo que le mereció ser distinguido Ilustre Procer de la Independencia de Venezuela y Nueva Granada.

Diccionario Biográfico, Geográfico e Histórico de Venezuela. Por Ramón Armando Rodríguez p. p. 114.

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