Rosario, julio 18 de 1820. Al Mayor Leal [1].
Acabo de recibir el oficio de U. del 13 del corriente. Supongo que habrá recibido U. oportunamente la orden que se le comunicó por el Estado Mayor General a consecuencia del armisticio para que permaneciese en Soatá hasta el mes próximo. S.E. me manda que reitere aquella orden, añadiendo que no se moverá U. hasta que no [recibir una] [2] se le ordene, porque probablemente el armisticio continuará. Incluyo a U. una orden para que reciba 2.000 pesos del dinero que viene de Bogotá para el ejército, esta cantidad la destina S.E. para la mantención de esas tropas. U. Tomará el más vivo interés en procurar los víveres necesarios donde quiera que los haya. Si fuere imposible dar al soldado la ración que le corresponde, se le dará por lo menos un real en mano diariamente para que él se mantenga; pero este parado no debe abrazarse sino en último extremo.
Si hubiere pasado ya el dinero cuando U. reciba ésta, enviará a Pamplona por él. El señor Gobernador Político se lo entregará y en este caso me devolverá U. la orden que acompaña.
Dios guarde, etc.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
Adición.—Si por casualidad la orden del Estado Mayor General se ha detenido en el tránsito, y no llegó a sus manos antes de emprender la marcha, volverá U. a ocupar la antigua ciudad de Soatá. Se recomienda mucho la vigilancia y precaución para impedir la deserción y el tesón para disciplinar la tropa.
* Del copiador de la Secretaría. Archivo del Libertador, O’Leary; tomo XVII, folio 94 y vto., 2a parte.