Al señor Gobernador de la Provincia de Casanare.
S.E. el Libertador ha sabido que, sin embargo de las repetidas y encarecidas órdenes libradas a US. y al Comandante de Arauca para que presten los auxilios para la conducción del parque por Guasdualito a estos valles, no solamente no se han dado ningunos, sino que los pocos de que vino encargado el Comandante Rojas, lejos de servir, han sido perjudicados. Este Oficial no quiso hacer el servicio a que le destinó el Coronel Paredes encargado de estas remisiones y regresó para esa Provincia, llevándose las bestias que había traído, y las más que pudo robarse de tránsito. En vista de esto, me manda S.E. prevenga a US. lo siguiente:
1° Que sin excusa ni pretexto alguno, ponga US. y remita a disposición del señor Coronel Paredes los hombres y bestias de carga aperadas que él pida para el transporte del parque, todo a la mayor brevedad y haciendo a US. responsable de las demoras que haya y del atraso que resulta al servicio.
2° Que remita US. preso con toda seguridad a este Cuartel general al Comandante Rojas, haciéndole restituir antes todas las bestias que se robó en su comisión a Guasdualito, para lo cual alegaba ordenes de US.
3° Que en adelante recaerá sobre US. la más estrecha y rigorosa responsabilidad, si los Jefes, Oficiales o tropa de esa Provincia incurrieren en los mismos o semejantes desórdenes y oportunamente no los corrige y contiene US. como es de su deber. Particularmente se entiende esta responsabilidad sobre la protección o indulgencia con que se ve en esa Provincia la deserción de las tropas de las otras Provincias. Es muy claro que todas querrán irse para ésa, donde no tienen que hacer ningún servicio, y mucho menos batirse.
Lo comunico a US., para su inteligencia y cumplimiento.
Dios, etc.
Rosario, julio 13 de 1820.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* De un impreso moderno. O’Leary, "Memorias"; tomo XVII, págs. 302-303.
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