San Cristóbal, julio 1 de 1820.
Al señor Vicepresidente de Cundinamarca.
Tengo el honor de incluir a V.E. tres copias: la primera, de una nota del general Morillo al jefe de nuestras tropas en Cúcuta; la segunda, del mariscal La torre a S.E. el Libertador; y la tercera, de la contestación dada por S.E. Todos tres documentos deben insertarse en la Gaceta de esa capital, para la satisfacción pública.
En la contestación de S.E. verá V.E. sancionada la orden que en mi oficio de ayer le comuniqué relativamente al armisticio. Este no se entiende hasta ahora con este ejército. Todos los demás cuerpos de operaciones continuarán las hostilidades hasta que se ordene expresamente la cesación de ellas.
El emisario español ha regresado ya. En sus conferencias ha manifestado bastante franqueza, y aun buena fe: ha dado mil noticias importantes, y deja entender, por su modo, que se espera la paz y que la desean ardientemente todos los españoles, y en particular Morillo.
Por él hemos sabido que la victoria del señor coronel Montilla en Rio hacha fue positiva; pero no sobre el ejército español, sino sobre una columna de éste que se había avanzado hasta Laguna Salada. Batido este cuerpo, nuestras tropas lo persiguieron hasta que dieron con el grueso del ejército que mandaba Sánchez Lima. Después de haberlo observado el coronel Montilla, volvió a retirarse a la ciudad del Hacha, y siendo perseguido hasta allí, se reembarcó el 5 de junio, sin otra pérdida que alguno u otro estropeado. Inmediatamente ejecutó un nuevo desembarco sobre Santa Marta, al frente de las fortalezas enemigas, y bajo su tiro de cañón. Allí permaneció algunos días tiroteándose frecuentemente a fusil y cañón pero se reembarcó al fin, y según ha participado el gobernador de Santa Marta su dirección era para Sabanilla en la boca del Magdalena. Las fuerzas del ejército español, que manda Lima, no excedían de 1.500 hombres, pero dicen que son superiores a las de Montilla.
La columna que el señor coronel Lara ha dispersado en Chiriguaná, fue destinada por Lima a batir al coronel Carmona y ocupar aquella villa.
Los enviados de Morillo cerca de S.E. son Iturbe y Linares [1] y han tomado la dirección del Apure, que era donde suponían el cuartel general libertador. Se asegura que han sido escogidos con mucho cuidado, procurando fuesen los más gratos a S.E. Al mismo tiempo ha ido Duarte para Guayana. La misión de éste quedará sin efecto, porque S.E. se ha reservado las conferencias y toda especie de transacción con la España.
Incluyo también las gacetas y demás impresos que han venido en la comunicación de Morillo para que haga V.E. insertar en la Gaceta lo que juzgue conveniente de ella; pero guardando en las notas o ilustraciones que se les pongan, todo el decoro, delicadeza y dignidad con que ha empezado esta negociación.
Es de primera importancia, y S.E. encarga encarecidamente a V.E., que en el momento en que se impriman las comunicaciones de que hablo al principio de este oficio, salga por la posta para el gobernador del Chocó [2], precisándole se interese en que lleguen a Chile por la primera ocasión que se presente. V.E. conoce la grande importancia de esta operación, para que procedamos de acuerdo todos los pueblos libres que combatimos de acuerdo contra España.
Dios guarde a V.E, muchos años.
El ministro,
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* De un impreso moderno. "Correspondencia dirigida al General Santander", volumen III, págs. 224-225.
RSS 2.0