San Cristóbal, Febrero 7 de 1820.
Al General Santander.
Acabo de llegar aquí y marcho ahora mismo a encontrar el ejército que se halla en La Grita, de regreso de Bailadores.
La división del señor General Valdés debe llegar a Soatá por la Salina, y de allí probablemente pasará al Socorro, donde puede mantenerse con más facilidad.
He dado órdenes para que se organicen y disciplinen tres batallones, destinados sólo a la defensa del Norte, pues los cuerpos de Valdés y Urdaneta sólo pienso que sirvan para operaciones fuera de la Nueva Granada.
Pedirá V.E. a las Provincias de Antioquia, Chocó y Popayán, 3.000 esclavos a las dos primeras y 2.000 a la última: todos solteros, si es posible. Se les ofrecerá su libertad luego que salgan de su país, y dos años después de estar en el servicio se les dará su licencia absoluta.
Envíe V.E. comisionados muy celosos y activos a buscar estos hombres al Sur, y si quisieren venir más del número dicho, pueden venir bajo las mismas ofertas. Sobre este particular dará V.E. un decreto, fundándolo en las razones de humanidad, política e intereses militares para la salvación de la República. Este decreto deberá imprimirse y publicarse en dichas Provincias. Ya he dicho a V.E. desde Guasdualito, que mande al Sur el batallón de Albión, con todos los fusiles que haya, y el escuadrón de Guías, tan aumentado como se pueda, con todas las municiones elaboradas que existan en ese parque; y ahora añado que vaya también cuanta pólvora y plomo haya disponible, con baleros proporcionados a todos calibres.
Que el Coronel Salom conduzca esta expedición y prepare todo lo necesario para obrar activamente con un grande ejército contra Pasto y Quito. Que el batallón Albión se complete con el de Neiva, pues estos hombres nos serán muy útiles en dicho cuerpo.
Escriba V.E. a Neiva, para que preparen todo lo necesario para la expedición de Salom y otra que pienso hacer.
El Coronel Salom tomará el mando en Jefe de Popayán, y tomará todas las medidas posibles para reunir todas las mulas y caballos que haya, y lo más que sea necesario para ir a Quito. Los caballos se mantendrán a grano, para que puedan resistir la campaña: y se harán levantar 1.000 hombres más de infantería, para los fusiles que voy a enviar.
Dios guarde a V.E. muchos años.
BOLÍVAR
* De un impreso moderno. O’Leary, "Memorias"; tomo XVII, página 61.
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