Guasdualito, 30 de enero de 1820.
He recibido correspondencia del General Urdaneta de San Cristóbal; el cual luego que reciba ganado piensa atacar a La Torre en Bailadores que ha vuelto a ocupar después de haberse retirado nuestras tropas de allí. Me dice aquel General que la División se halla muy disminuida, y aun en esqueleto por las enfermedades, las deserciones, y las sacas de los reclutas. Los veteranos han tenido que venir hasta aquí conduciendo los dichos reclutas porque no han tenido quien se los lleve. El ganado se ha perdido, los soldados se han desertado y se han enfermado los reclutas, han perecido de miseria y todo el servicio ha sufrido gravísimos perjuicios, por la culpa del señor Coronel Aramendi y del estúpido e inepto Comandante Gutiérrez [1] que dejó aquí, el cual no sirve en mi opinión sino para caporal de una punta de ganado. Con todo el celo del Coronel Piñango no se ha podido adelantar nada con este hombre.
Por separado escribiré a V.S. más largamente sobre otros objetos en todo el día de mañana.
BOLÍVAR
* Del copiador de la Secretaría. Archivo del Libertador, tomo XVII, primera parte, folio 34. No figura el destinatario en el original. De acuerdo con el texto lo mismo puede tratarse del Vicepresidente de Venezuela o de Colombia.
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