Jabillal, 9 de diciembre de 1817.
Al señor General Zaraza.
El oficio de V.S. que ha puesto en mis manos el ciudadano Domingo Ascanio [1] y las razones que más extensamente me ha expuesto éste me han convencido de la estrecha necesidad en que se vio V.S. para presentar batalla al enemigo en la Hogaza [2], cuando se preparaba a ejecutar las órdenes que se le habían librado para nuestra reunión y para evitar encuentros que preveía yo nos serían funestos. V.S. ha obrado conforme a las circunstancias, y si el suceso no ha correspondido a sus esfuerzos y deseos, no ha dependido de V.S. evitarlo.
A pesar de las noticias que me han dado los Coroneles Briceño [3] y Montesdeoca [4] y el ciudadano Ascanio, he resuelto continuar el movimiento emprendido sobre la Soledad [5] para dar lugar a que se reúnan todos nuestros dispersos y organizar un nuevo ejército que pueda con seguridad buscar al enemigo donde esté. V.S., entretanto, no debe perder un momento por rehacerse, recoger los dispersos, reclutar cuantos hombres pueda y adquirir noticias del enemigo. El General Torres [6] permanecerá en San Diego [7] reuniendo, organizando y discipinando la infantería que se haya salvado y la más que se reclute. El objeto principal de V.S. será por ahora reemplazar las pérdidas que hemos sufrido en esta arma librando comisiones por todas partes para que recluten con la mayor actividad, sin descuidar por esto la reunión y conservación de nuestra caballería en el mejor estado y de modo que puedan ejecutar cualquiera operación que se le prevenga.
Además, hará V.S. todos los esfuerzos posibles por adquirir noticias exactas del enemigo y sus intentos, que tanto influyen para la dirección de nuestras operaciones. Estas noticias, cualquiera que sean, se me participarán volando para mi conocimiento.
El Coronel Montesdeoca regresa cerca de V.S. a tomar los informes que más necesito por el momento, parte de los cuales pedí a V.S. en mi anterior oficio. El número positivo de caballería que se ha salvado y con que puedo contar para el ejército; el número más que pueda V.S. aumentar y el día en que estará reunido; cuántos caballos podemos tener útiles; cuánta infantería ha salido y con qué armas, y cuánta podrá reclutar; qué dirección ha tomado el enemigo después de la batalla, si ha contramarchado, hecho alto o perseguido, y adonde esté actualmente; si se sabe qué suerte han corrido nuestros oficiales y soldados prisioneros; y en fin cuantos detalles e informes pueda V.S. darme sobre nuestras fuerzas y el enemigo, conforme a las observaciones hechas por nuestras partidas, deberá traérmelos el Coronel Montesdeoca despachándolo a la mayor brevedad.
El ciudadano Ascanio informará a V.S. de mi parte del plan que he concebido; le instruirá de las medidas que he tomado para levantar un grande ejército; le expresará el número de cartuchos que dejo aquí en poder del Comandante J. Antonio Suárez [8] para que municione V.S. esas tropas si los manda buscar [9]; mis deseos por llegar a Angostura para enviar a V.S. los auxilios que pueda, especialmente carabinas, y por ver de nuevo a V.S. rehecho, reponer su honor, vengar a la Patria y exaltar el brillo de nuestras armas que una desgraciada casualidad sólo puede turbar por un momento, para que aparezca con más esplendor [10] y gloria.
Dios guarde, etc.
[BOLÍVAR]
* Del copiador. Archivo del Libertador, vol. 24, fol. I65v°-l66. y 180. Escrito de letra de Jacinto Martel. Para las características del cuaderno copiador, véase la nota principal del Doc. N° 2166, donde se explica la alteración de los folios por defecto de encuadernación del legajo. Acerca del sitio Jabillal donde está datado el documento, véase la nota principal del Doc. N° 2467.
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