Cuartel General de San Diego [1], 30 de noviembre de 1817.
Al General Monagas.
Ayer he llegado aquí con el ejército de mi mando y creía tener la satisfacción de encontrar a V.S. en este lugar.
Despacho a mi edecán Freytes [2] cerca de V.S. a poner en sus manos este pliego y a informarle a la voz cuales son mis intenciones.
Anoche recibí pliegos del señor General Zaraza del 24 y 25 del corriente en el Apamate [3]. Me participa haber recibido noticias por varios espías y pasados de toda confianza, que Morillo se hallaba en Calabozo reuniendo todos los destacamentos de Orituco [4], Barbados [5], y cuantas fuerzas tiene en la Provincia de Caracas. Igualmente me participa que San Fernando [6] ha sido tomado por el General Páez, de resultas de una insurrección hecha por las tropas españolas dentro de la plaza. Que los enemigos están reclutando toda la gente que hay en todos los Llanos y se le deserta mucha.
Que Morales [7] hace otro tanto en Valencia.
Por todo esto he conceptuado que es indispensable formar aquí un ejército de reserva a las órdenes de V.S. para reparar nuestras pérdidas en caso que suframos un revés. Por otra parte este será el centro de nuestras comunicaciones, y es necesario asegurarlas. Aquí deben venir todas mis armas y municiones de Guayana por el puerto de Cadenales [8], que es donde he desembarcado.
El General Zaraza me avisa que tiene trescientos caballos sobrantes. Yo tengo trescientos fusiles sobrantes aquí. Con estas bestias y armas podemos completar lo que le falte a la División de V.S., sin contar con los caballos que se podrán recoger en la Provincia de Caracas, y sin contar con el armamento y municiones que me vendrá de Guayana.
Para asegurar la suerte de la República, he determinado que inmediatamente que reciba V.S. esta orden, se ponga en marcha para este Cuartel General, debiendo llegar aquí dentro de cuatro días contados desde hoy. V.S. dará todas sus órdenes y mandará oficiales de toda su confianza a fin de que traigan a este Cuartel General todas sus tropas y cuanta gente se pueda reunir de la Provincia de Barcelona. Recomiende V.S. mucho la mayor actividad y violencia en el cumplimiento de estas órdenes. Tupepe [9] y Manaure [10] deben reunirse a V.S., y si no lo hicieren pronto trátelos V.S. como traidores.
Yo espero sólo ver a V.S. para darle mis instrucciones verbales y combinar nuestras operaciones, para luego marcharme a incorporar con el señor General Zaraza a Santa Clara [11], camino de Calabozo, donde debe esperarme. Vuele, pues V.S., aunque sea sólo con sus edecanes, pues de su retardo puede originarse algún mal suceso.
Advierto a V.S. que por ahora debe abandonarse toda esa parte e inmediaciones de Barcelona hasta que hayamos batido a Morillo. Mi ejército reunido pasa de tres mil [12] doscientos hombres: dos mil doscientos de infantería, y mil caballos; y podemos aumentarlo aún más, con reclutas y con tropas del General Páez, que he mandado pasar a este lado trayéndome de paso dos mil caballos. El General Urdaneta ha marchado al Bajo Apure a ejecutar esta operación.
Las tropas nuestras han entrado en Nutrias [13] y han batido a Gorrín [14], matando a él y a otros muchos Jefes y oficiales. Los pueblos de Barinas se han levantado en masa a nuestro favor.
Dios, etc.
[BOLÍVAR]
*Del copiador. Archivo del Libertador, vol. 24, fol. 155v°-156. Escrito de letra de Jacinto Martel. Para las características del cuaderno copiador, véase la nota principal del Doc. N° 2166. Al margen consta: "Se duplicó".