Angostura, 12 de Noviembre de 1817.
Al General Arismendi.
Tengo la satisfacción de acusar a V.E. el recibo de sus oficios de 20 y 30 de setiembre y de 16, 19 y 30 de octubre últimos. Esta es la primer comunicación que ha llegado a mis manos después que V.E. se separó de mí en la Baja Guayana, y ha calmado la i[nq]uietud en que me hallaba con respecto a esa [heroi]ca Isla; siéndome sumamente satisfactorio saber que aún cuenta con un número de guerreros [1] más que suficiente para [2] rechazar, y aun destruir, cualquiera expedición que intenten sobre ella los españoles. Si Morillo ha talado una parte de sus campos [3] e incendiado sus graneros, esos bravos márgamenos han recogido laureles a cuya sombra reposarán quizá para siempre, y repondrán todas sus pérdidas [4] en el seno de la paz; y el Gobierno, que los ve con una [5] particular atención, les proporcionará también cuantos medios de prosperidad estén en su mano.
S.E. el Almirante Luis Brión está encargado especialmente de [6] proveer a esa Isla de armas y municiones. Están dadas todas las órdenes necesarias y muy pronto estará en Margarita el contingente que se le ha destinado. Así es que ella tendrá los elementos necesarios para su defensa.
Las mil reses que ofrecí a V.E. para que las invirtiese en provecho de la Isla están a la disposición de V.E., que puede girar por sí o por personas suficientemente autorizadas, contra el Intendente de esta Provincia, ciudadano Fernando Peñalver [7], a quien he comunicado ya la orden; advirtiendo a V.E. que el ciudadano Antonio Morales Brito me escribe de Trinidad que ha recibido orden de V.E. para negociar en aquella Isla a favor de la de Margarita ciertos objetos, y le he contestado que estoy pronto a dar las órdenes para que se le entregue el ganado, siempre que haga ver que está autorizado y encargado por V.E. S.E. el Almirante ha recibido orden mía para enviar a V.E. con el ciudadano Ortega algún dinero de la parte de priesas] que corresponde a las flecheras que mandaba el Capitán de Navio Díaz [8] a la entrada de la flotilla en el río [9]. Cuyo producto está destin[ad]o para invertirlo en armas, y municiones para [esa] Isla. De esta manera V.E. percibirá lo que es posible arriesgar por ahora, y la Isla recibirá a su tiempo un aumento de recursos militares.
Luego que venga el Cóndor, que ha ido a una comisión importante a las Antillas, y que espero de un momento a otro, lo destinaré a esa Isla para que conduzca los oficiales ingleses que están en ella; pues todos los demás buques están reponiéndose, y reparándose en este arsenal.
Quedo impuesto de las noticias que V.E. me comunica relativas a Morillo; y queda en mi poder la correspondencia interceptada al enemigo que V.E. me incluye.
Incluyo los despachos librados a favor de los dos únicos oficiales [10] que V.E. propone, pues el documento marcado con el número 1° es relativo a los prisioneros y no contiene propuestas de oficiales.
Los reglamentos que V.E. me incluye relativos a las facultades de las autoridades civiles y militares de esa Isla, los veré detenidamente, y comunicaré a V.E. mi determinación.
Incluyo a V.E. una copia del decreto de la creación de un Consejo de Estado que he tenido a bien instalar [11].
De Londres he recibido noticias [12] muy placenteras. Nuestro Agente en aquella Corte, el señor Luis Méndez [13], me dice oficialmente que está concluida y terminada una negociación con una casa muy rica de aquella ciudad, cuyos socios son miembros del Parlamento y muy adictos a la causa de Independencia, que asciende a doscientos mil pesos, en armas y vestuarios para Venezuela, y de algunos cuerpos reclutados en Londres, de los cuales hay uno que consta de 700 plazas. Que le han ofrecido otros amigos enviar otra expedición de seiscientos mil [pesos] al mismo destino e invertida en los mismos objetos, cuyos capitales serán pagados por nosotros cuatro años después de reconocida la Independencia de Venezuela. La p[rime]ra expedición estará dentro de poco so[bre] nuestras costas, pues debe haber salido ya [de] Inglaterra. La Europa toda parece que al fin toma un interés por la América del Sur, y muy particular por Venezuela.
Yo [14] me prometí mil ventajas para la República de la ida de V.E. a esa Isla, y ya veo sus [15] útiles resultados [16]. Sus pequeñas fuerzas sutiles han hecho varias presas, y exploran las costas enemigas [17]; y V.E. la ha procurado un contingente de armas y pólvora [18], que aunque pequeño es una prueba de la actividad de V.E.
La ejecución hecha en la persona del General Piar el 16 de octubre a las 5 de la tarde en esta plaza, conforme a ordenanza, ha ahogado para siempre las facciones que este turbulento había procurado levantar en la Provincia de Cumaná. El benemérito General Sedeño ha sido el aprehensor de Piar, y uno de los que han contribuido más poderosamente a establecer el orden y la tranquilidad en aquella Provincia. El General Bermúdez ha tomado el mando, como Gobernador y Comandante General de ella, de todas las tropas que la guarnecían. Así es que ya no hay disidencia de Provincias ni disidentes. La República no es más que una [19] y no tiene más enemigos que los españoles.
Incluyo a V.E. la ley [20] sobre la repartición de los bienes nacionales entre los individuos del Ejército Libertador, para que conforme a ella ordene V.E. la seguridad de los que correspondían a los españoles en esa Isla.
Dios, etc.
[BOLÍVAR]
* Del copiador. Archivo del Libertador, vol. 24, fol. I44v°-l46. Escrito de letra de Jacinto Martel. Para las características del cuaderno copiador, véase la nota principal del Doc. N° 2166. El destinatario, General Juan Bautista Arismendi (1775-1841) residía en la Isla de Margarita.