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DOCUMENTO 9310 CARTA DE BOLÍVAR PARA EL GENERAL ANTONIO JOSÉ DE SUCRE, FECHADA EN TRUJILLO EL 9 DE ABRIL DE 1824. SE REFIERE A LOS REFUERZOS QUE SERÁN INCORPORADOS EN VARIOS CUERPOS DEL EJÉRCITO. LE INFORMA SOBRE LA RECOLECCIÓN DE DINERO PARA LOS GASTOS DE LA GUERRA. LE DICE QUE INGLATERRA Y NORTEAMÉRICA RECONOCERÁN LA INDEPENDENCIA E IGUALMENTE PRESTARAN AYUDA. SE ESPERA LA LLEGADA INMINENTE DE AUXILIOS DE MÉXICO Y POSIBLEMENTE DE GUATEMALA.*

Trujillo, 9 de Octubre de 1824.

Al señor general Antonio José de Sucre. Mi querido general:

Recibí la última comunicación de Vd. de fines del mes pasado, por la que quedé muy satisfecho del estado del ejército y de la inacción de los enemigos.

Hablaré a Vd. sucintamente de lo que me ocurre.

El 12 me voy para Otuzco, y el mismo día marchará la columna que vino con Córdoba, bastante disminuida por las enfermedades. Lleva parque y equipo para diferentes cuerpos, aunque no la mitad de lo que se necesita, pues la maestranza no puede obrar milagros: no deja de trabajarse, sin embargo, mucho.

Todo el resto de caballería marcha también, como los Granaderos de los Andes, y noventa más que levantar para los nuestros que están en Caraz. Se está recogiendo dinero de las iglesias y de los particulares; pero la plata en pasta no hay quien la compre, por falta de numerario, pues escasea mucho. Gire Vd. todo cuanto pueda conseguir contra este prefecto, para socorrer las tropas, que inmediatamente serán pagadas las libranzas.

Procure Vd. recibir el dinero necesario de esa gente para pagar este mes las tropas acantonadas por allá. Mañana saldrán diez mil pesos en plata de lo que tenía Romero, los que llegarán entre quince días, lo más temprano, por la vía de Huamachuco; y de Huamachuco mandaré cuanto haya disponible. El Vencedor, quedará magnífico con 900 hombres muy bien equipados; los Rifles recibirán 100 hombres muy hermosos; los Húsares deben tener muy cerca de 400; y los Granaderos 200.

Los piquetes que han venido de Guayaquil irán a sus cuerpos. Para los Granaderos de los Andes lleva Ruiz todo lo que necesita hasta 200 hombres. Los Húsares están con Silva cerca de Mollepata, y allá se le manda lo que le falta para completar sus 400 hombres.

El coronel Paredes ha vuelto con el itinerario que fue a hacer, con noticias favorables de todo.

No nos faltará dinero para dos o tres meses más, en los cuales hemos de decidir probablemente de la suerte del país.

El general La Mar puede haber salido de Cajamarca con la infantería que estaba allí; me ha escrito bastante contento de todo, porque en estos días se han empeñado mucha esos señores. A Cajabamba [1] irá el general La Mar con su columna.

Lara está en Huamachuco disponiéndolo todo y sacando dinero: treinta mil pesos, Huamachuco, y veinte mil, Pataz.

Esto ha dado sesenta mil pesos; Cajamarca dará cincuenta mil; otro tanto Lambayeque; y Piura veinte mil; las iglesias doscientos mil pesos.

De todo esto se rebajarán treinta o cuarenta mil pesos que no se pueden cobrar.

Ya hemos gastado más de cien mil; por consiguiente, nos quedarán trescientos mil para los meses futuros. La contribución general dará cincuenta mil pesos mensuales, y los gastos no bajarán de cien mil pesos; pero yo he mandado vender las propiedades del estado, y no dejaremos de tomar todos los fondos de comunidades, cofradías y algunos donativos extraordinarios que completarán la suma de los gastos de algunos meses más.

Esto quiere decir, que a la defensiva podemos vivir cuatro o cinco meses, mientras nos vienen refuerzos de Colombia, de Chile, de Méjico y Guatemala, que ofrecen hacer mucho por nosotros, 2 ó 3. 000 hombres más, sobran para lo que tenemos que hacer.

En este tiempo las posiciones de Corongo y Mollepata son demasiado buenas para sostenernos y aun para destruir a los españoles.

Mollepata se debe fortificar; Corongo debe servir por acaso, persiguiéndonos ellos y dejándonos nosotros seguir como quien no quiere la cosa; de otro modo no caen en Corongo, porque es un desfiladero del demonio.

Los enviados ingleses que han llegado a Santa Marta, nos han asegurado que seremos prontamente reconocidos, y auxiliados contra la Francia en caso de un rompimiento contra nosotros

Los americanos ofrecen lo mismo. La España no puede hacer nada, porque no tiene Marina, Ejército, ni dinero para nada; y todo lo que pueda hacer se atribuirá a la Francia, y se combatirá por lo mismo como usurpación extraña y opuesta la Inglaterra y a la libertad.

Todo lo que dependa de la Santa Alianza, será combatido por la Inglaterra y por la América del Norte.

Tenemos una noticia de que han venido una fragata de guerra y dos transportes con tropas de San Blas para nosotros. Yo pedí, siete u ocho meses ha, un refuerzo de tropas y dinero a Méjico; y supongo que éste es su resultado. Sé por Monteagudo que Guatemala desea servirnos, y yo he pedido antes de ahora un refuerzo igual, que no dudo obtener, porque Guatemala desea nuestra protección y no ha hecho sacrificios ningunos por la libertad está intacta. Tenga Vd. confianza, mi querido general, que no nos faltarán refuerzos.

Al Almirante se le han mandado veinte mil pesos y tendrá contenta a su gente: la Macedonia iba a reunírsele.

He comprado una fragata muy buena para armarla en guerra en Guayaquil y pertenece a Colombia:la manda Spry, y tomará el nombre de General Santander [2].

He tenido noticias de Venezuela por un oficial de Granaderos que acaba de llegar de allí: dice que Páez tiene mucha popularidad, y refiere mil curiosidades que interesan a los que están ausentes de allá. De resto todo marcha bien.

El Congreso en Bogotá no se había reunido aún el 20 de enero, porque los venezolanos y quiteños no asisten. Cada día se confirma la idea de que Colombia se conservará unida mientras los libertadores se conserven unidos a mí; pero después habrá guerras civiles; y el Río de la Plata correrá por nuestras tierras; esto es, si algún río de la costa de África, como el Senegal, no se metiere en el Apure.

Me dicen que las tropas de Venezuela desesperan por venirse donde yo esté.

La Guardia está soberbia, en estado, número y calidad.

Dios la traiga con bien.

Adiós, mi querido general. Soy de Vd. de corazón.

[BOLÍVAR]

Notas

[1] De un impreso moderno, Blanco y Azpúrua, Documentos para la historia de la vida pública del libertador. Tomo IX, pp. 431-432. El compilador transcribe como Cajatambtj, lo cual ha sido descartado, pues desde Cajamarca, de donde salió el general La Mar "con la infantería", hasta Cajatambo hay 400 km en línea recta, aproximadamente. En cambio, Cajabamba dista de Cajamarca sólo unos 75 kms. La Comisión Editora ha aceptado a Cajabamba la ciudad hacia la que "irá el general La Mar con su columna".

[2] El buque comprado para reforzar la flotilla de Colombia fue la corbeta Kensington, tomó el nombre de Santander y no el de Escuadrilla como aparece en la versión de Blanco y Azpúrua

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