Angostura, 7 de octubre de 1817.
Muy reservada.
Mi querido Sucre:
Anoche he recibido los oficios del general Sedeño [1] incluyéndome otro del general Guevara [2], y una carta de Montes [3], en que manifiestan [4] la mayor satisfacción por el suceso de Piar [5], y ofrecen venir con todas las tropas a Maturín a incorporarse con Sedeño. Un tal Valderramas [6], que fue a llevar los pliegos a Cumanacoa, escribe que todas las tropas y oficiales están sumamente satisfechas y adictas al gobierno. Ya V. sabrá que Carmona [7] se puso de parte de nosotros en Aragua [8], y que se trajo 80 hombres que mandaba. Mariño [9] no había llegado aún a Maturín; pero lo esperaban de un momento a otro para traérmelo de grado o por fuerza. En Maturín hay el mejor espíritu en favor de nosotros, y [es] [10] el momento decisivo para destruir la facción disidente y establecer el gobierno en Cumaná. Con este motivo yo he pensado enviar a V. de jefe del estado mayor de la división de Cumaná, la cual será mandada por el general Bermúdez [11], que lo hará con la mayor fidelidad y acierto. Mientras que llega Bermúdez que debe estar ya en marcha para Maturín, me parece muy importante que vaya V. a influir en aquellas tropas y hacerles ver lo que les conviene la unión y la obediencia al gobierno. Yo no puedo decir a V., a punto fijo, lo que debe hacer, porque no sé, a punto fijo, el estado en que pueden estar las cosas para cuando llegue V. a Maturín. Pero de todos modos diré a V. lo siguiente:
Primero, si a V. le parece conveniente marchar a Maturín a llenar su comisión, lo ejecutará inmediatamente; para lo cual envío a V. una orden, a fin de que el general Urdaneta [12] mande al coronel Lara [13] a hacerse cargo de la plaza de Guayana [14] interinamente hasta que venga su padre de V. [15], a quien pienso nombrar en el destino que V. tiene ahora. Si V. no cree que sea útil a la república su comisión, está V. autorizado para suspenderla y no dar curso a la referida orden.
Segundo, mando a V. el nombramiento de jefe de estado mayor de la división Bermúdez, para que V. haga de él el uso que le parezca conveniente a las circunstancias y a los sucesos. Si a V. le parece no mostrar este nombramiento hasta la llegada de Bermúdez, está V. autorizado para hacerlo así.
Tercero, mando a V. una comisión para que pase a Maturín a tratar con el jefe que manda aquellas tropas, para hacerle entender cuales son mis intenciones y los deseos que tengo de proteger aquella división y la provincia de Cumaná. En una palabra, este documento es una sencilla credencial para que V. pueda cumplir su comisión, sin intervenir en nada hasta la llegada de Bermúdez, y preparar los espíritus para que el gobierno sea obedecido y Bermúdez bien recibido.
Cuarto, en caso que el general Mariño se haya adherido al gobierno voluntariamente, o porque las circunstancias no nos hayan permitido hacer otra cosa, V. deberá procurar completar la reunión del general Mariño con el gobierno. Y en caso de no lograrse una completa y absoluta sumisión, sea del general Mariño, sea de sus tropas, entonces estará V. autorizado para regresar a mi cuartel general a dar cuenta de su comisión.
Estas son las instrucciones reservadas que mando a V. y que deberán regir su conducta en todos los casos que he previsto.
Su hermano Jerónimo [16] debe quedar mandando el batallón del Bajo-Orinoco por muchas razones, y entre otras, porque el batallón se forme de todos modos y la plaza no quede sin guarnición, ya sea para que V. la defienda, o para que la defienda su padre.
A Dios, querido Sucre. Mande V. a su afectísimo amigo que lo ama de corazón.
BOLÍVAR
* De facsímil del original, conservado en el Archivo de la Comisión Editora. La firma y rúbrica del Libertador son autógrafas, el cuerpo del documento escrito enteramente de letra de Jacinto Martel. El destinatario era el entonces Coronel, más tarde General y Gran Mariscal, Antonio José de Sucre.