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DOCUMENTO 1304. ARTICULO DEL LIBERTADOR ESCRITO EN KINGSTON DESPUÉS DEL 28 DE SEPTIEMBRE DE 1815, DIRIGIDO AL REDAC­TOR O EDITOR DE THE ROYAL GAZETTE DE JAMAICA.*

Kingston, Después del 28 de Septiembre de 1815.

Señor Redactor o Editor de la "Gaceta Real de Jamaica".

Los más de los políticos europeos y americanos que han pre­visto la independencia del Nuevo-Mundo han presentido que la mayor [1] dificultad para obtenerla, consiste en la diferencia de las [2] castas que componen la población de este inmenso país. Yo me aventuro [3] a examinar esta cuestión, aplicando reglas diferentes, de­ducidas de los conocimientos positivos [4], y de la experiencia que nos ha suministrado el curso de nuestra revolución [5]

De quince a veinte millones de habitantes que se hallan [6] espar­cidos en este gran continente de naciones indígenas, africanas [7] españolas y razas cruzadas, la menor parte es ciertamente de blan­cos; pero también es cierto que ésta posee cualidades intelectuales que le dan una igualdad relativa y una influencia que parecerá su­puesta [8] a cuantos no hayan podido juzgar, por sí mismos, del ca­rácter moral y de las circunstancias físicas, cuyo compuesto produce una opinión lo más favorable a la unión y armonía [9] entre todos los habitantes; no obstante la desproporción numérica [10] entre un color y otro [11]

Observemos [12] que al presentarse los españoles [13] en el Nuevo-Mundo, los indios los consideraron como una especie de mortales superiores a los hombres; idea que no ha sido enteramente borrada, habiéndose mantenido [14] por los prestigios de la superstición, por el temor de la fuerza, la preponderancia de la fortuna, el ejercicio de la autoridad, la cultura del espíritu, y cuantos accidentes pueden producir ventajas. Jamás éstos han podido ver a los blancos, sino al través de una grande veneración como seres favorecidos del cielo [15]

"El español americano [16]] dice M. de Pons [17], ha hecho a su es­clavo compañero de su indolencia". En cierto respecto esta verdad ha sido origen de resultados felices [18]. El colono español no oprime a su doméstico [19] con trabajos excesivos; lo trata como a un com­pañero; lo educa en los principios de moral y de humanidad que prescribe la religión de Jesús. Como su dulzura es ilimitada, la ejer­ce en toda su extensión [20] con aquella benevolencia que inspira una comunicación familiar. El no está aguijoneado por los estímulos de la avaricia, ni por los de la necesidad, que producen la ferocidad de carácter, y la rigidez de principios, tan contrarios a la humanidad. El americano del sur vive a sus anchas en su país nativo [21]; satis­face sus necesidades y pasiones a poca costa [22] Montes de oro y de plata le proporcionan riquezas fáciles con que obtiene [23] los objetos de la Europa. Campos fértiles, llanuras pobladas de animales, lagos y ríos caudalosos con ricas pesquerías lo alimentan superabundante mente [24], el clima no le exige vestidos y apenas habitaciones; en fin, puede existir aislado, subsistir de sí mismo, y mantenerse inde­pendiente de los demás. Ninguna otra situación del mundo es se­mejante a ésta: toda la tierra está ya agotada por los hombres, la América sola, apenas está encetada.

De aquí me es permitido colegir que, habiendo una especie de independencia individual en estos [25] inmensos países, no es proba­ble que las facciones de razas diversas, lleguen a constituirse de tal modo, que una de ellas logre anonadar a las otras. La misma ex­tensión, la misma abundancia, la misma variedad de odores, da cierta neutralidad a las pretensiones, que vienen a hacerse casi nulas [26]

El indio es de un carácter tan apacible [27], que sólo desea el re­poso y la soledad; no [28] aspira ni aun a acaudillar su tribu, mucho menos a dominar las extrañas. Felizmente esta especie de hombres es la que menos reclama la preponderancia; aunque [29] su número excede a la suma de los otros habitantes. Esta parte de la población americana es una especie de barrera para contener a los otros [30] partidos; ella no pretende la autoridad, porque ni la ambiciona [31], ni se cree con aptitud para ejercerla, contentándose con su paz, su tierra y su familia. El indio es el amigo de todos [32], porque las le­yes no lo habían desigualado [33] sí sufrieron modificaciones y añadiduras para dar la redacción final. Se interlineó "habían".]], y porque, para obtener todas [34] las mismas dignidades de fortuna y de honor que conceden los gobier­nos, no han menester de recurrir a otros medios que a los [35] servicios y al [36] saber; aspiraciones que ellos odian más que lo que pueden desear las gracias [37]

Así, pues, parece que debemos contar con la dulzura de mucho más de [38]la mitad de la población [39], puesto que los indios y los blancos componen los tres quintos de la populación total, y si añadimos los mestizos que participan de la sangre de ambos, el au­mento se hace más sensible y el temor de los colores [40] se dismi­nuye, por consecuencia.

El esclavo en la América española vegeta abandonado [41] en las haciendas [42], gozando, por decirlo así, de su inacción, de la hacienda de su señor y de una gran parte de los bienes de la libertad; y como la religión le ha persuadido que es un deber sagrado servir [43], ha nacido y existido en esta dependencia doméstica, se considera en su estado natural, como un miembro de la familia de su amo, a quien ama y respeta [44]

La experiencia nos ha mostrado que ni aun excitado por los es­tímulos más seductores, el siervo español no ha combatido contra su dueño; y por el contrario, ha preferido muchas veces la servi­dumbre pacífica a la rebelión. Los jefes españoles de Venezuela, Boves [45], Morales [46], Rosete [47], Calzada [48] y otros, siguiendo el ejem­plo de Santo Domingo [49], sin conocer las verdaderas causas de aque­lla revolución [50], se esforzaron en sublevar toda la gente de color [51] inclusive los esclavos, contra los blancos criollos, para establecer un [52] sistema de desolación, bajo las banderas de Fernando VII [53] Todos fueron instados al pillaje, al asesinato de los blancos; les ofrecieron sus empleos y propiedades; los fascinaron con doctrinas supersticiosas en favor del partido español, y, a pesar de incentivos tan vehementes, aquellos incendiarios se vieron obligados a recurrir a la fuerza, estableciendo el principio: que los que no sirven en las armas del rey son traidores o desertores; y, en consecuencia, cuantos no se hallaban alistados en [54] sus bandas de asesinos, eran sacrifi­cados, ellos, sus mujeres, hijos, y hasta las poblaciones enteras; por­que a todos obligaban a seguir las banderas del Rey. Después de tanta crueldad, de una parte, y tanta esperanza de otra, parecerá inconcebible que los esclavos rehusasen salir de sus haciendas, y cuando eran compelidos a ello, sin poderlo evitar, luego que les era posible, desertaban. La verdad de estos hechos se puede comprobar con otros que parecerán más extraordinarios.

Después de haber experimentado los españoles, en Venezuela, reveses multiplicados y terribles [55] lograron, por fin, reconquistarla.

El ejército del general Morillo viene a reforzarlos y completa la subyugación de aquel país; parecía, pues, que el partido de los independientes era desesperado, como en efecto lo estaba; pero, por un suceso bien singular se ha visto [56] que los mismos soldados li­bertos y esclavos que tanto contribuyeron, aunque por fuerza, al triunfo de los realistas, se han vuelto al partido de los independien­tes, que no habían [57] ofrecido la libertad absoluta, como lo hicieron las guerrillas españolas. Los actuales defensores de la independencia son los mismos partidarios de Boves [58], unidos ya con los blancos criollos, que jamás han abandonado esta noble causa.

Estamos [59] autorizados, pues [60] a creer que todos los hijos de la América española, de cualquier color o condición que sean, se pro­fesan un afecto fraternal recíproco, que ninguna maquinación es capaz de alterar [61] Nos dirán que las guerras civiles prueban lo contrario. No, señor. Las contiendas domésticas de la América nun­ca se han originado de la diferencia de castas: ellas han nacido de la divergencia de las opiniones políticas, y de la ambición particular de algunos hombres, como todas las que han afligido a las demás naciones. Todavía no se ha oído un grito de proscripción contra ningún color, estado o condición; excepto contra [62] los españoles europeos, que tan acreedores son a la detestación universal. Hasta el presente se admira la más perfecta armonía entre los que han nacido en este [63] suelo, por lo que respecta a nuestra cuestión; y no es de temerse que en lo futuro suceda lo contrario, porque para entonces el orden estará establecido, los gobiernos fortificados con las armas, la opinión, las relaciones extranjeras y la emigración eu­ropea y asiática, que necesariamente debe aumentar la población [64]

Balanceada [65] como está la populación americana, ya por el nú­mero, ya por las circunstancias, ya, en fin, por el irresistible im­perio del espíritu, ¿por qué razón no se han de establecer nuevos gobiernos en esta mitad del mundo? ¿En Atenas no eran los es­clavos [66] cuatro veces más que los ciudadanos? ¿Los campos de Es­parta no los cultivaban los elotas? (sic) ¿En todo el Oriente, en toda la África, en parte [67] de Europa el número de los hombres libres no ha sido [68] inferior al de los siervos? [69] Obsérvese además [70] la diferencia que existe entre los cautivos de la antigüedad y los miserables trabajadores de la América; aquellos eran prisioneros de guerra, acostumbrados al manejo de las armas, mercaderes y navegantes ricos [71], filósofos profundamente instruidos, que conocían sus derechos y todos [72] sufrían impacientes las cadenas [73]. Los modernos son de una raza salvaje, mantenidos en su rusticidad por la profe­sión a que se les aplica y degradados a la esfera de los brutos.

Lo que es, en mi opinión, realmente temible es [74] la indiferencia con que la Europa ha mirado hasta hoy [75] la lucha de la justicia contra la opresión, por temor de aumentar la anarquía; ésta es una instigación [76] contra el orden, la prosperidad, y los brillantes des­tinos que esperan a la América. El abandono en que se nos ha de­jado es el motivo [77] que puede, en algún tiempo, desesperar al par­tido independiente, hasta hacerlo proclamar máximas demagógicas para atraerse la aura popular [78], esta indiferencia repito [79] es una causa inmediata que puede producir la subversión [80] que sin duda forzará al partido débil en algunas partes de la América a adoptar medidas [81], las más perniciosas, pero las más necesarias para la sal­vación de los americanos que actualmente se hallan comprometidos en la defensa de su patria, contra una persecución desconocida en todo otro país que [82] la América española. La desesperación no es­coge los medios que la [83] sacan del peligro.

EL AMERICANO [84].

* Del borrador. En el Archivo del Libertador, Vol. 51, fols. 3-6, se conserva el borrador de este artículo escrito enteramente de puño y letra de Pedro Briceño Méndez, pero con tachaduras y adiciones interlineadas, manuscritas del propio Libertador. No lleva indicación de fecha, pero como se refiere al principio a los artículos anteriores que habían sido publicados en “The Roy al Gazette”, ha de fecharse por lo menos con posterioridad al 28 de setiembre, data en que se publicó el segundo de los dos artículos de Bolívar que acogió dicho periódico (Véanse Docs. N° 1.300 y N° 1303). Es indudable que esta tercera colaboración de Bolívar no aparece publicada en el año de 1815 en dicho periódico. Señalamos en las notas correspon­dientes las numerosas correcciones y enmiendas que aparecen en el manuscrito sobre la primera redacción. Es de observar que en el borrador este documento empezaba en forma de carta, como lo atestiguan las primeras tres líneas que aparecen tachadas en el documento: "Tengo el honor de dirigir a V. este artículo sobre la América del Sur en la confianza de que V. se servirá ponerlo en la Gaceta, como lo ha hecho con los anteriores que me he tomado la libertad de enviarle". Como se ha dicho anterior­mente, el redactor de The Roy al Gazette, de Jamaica ("La Gaceta Real", de Jamaica) era Alejandro Aikman, hijo.

Notas

[1] Se había escrito "más grande" que fue tachado y en su lugar se interlineó "mayor"

[2] El artículo "las" está interlineado.

[3] Se había escrito "atrevo", fue tachado y en su lugar está interlineado "aventuro".

[4] Se había escrito "prácticos" que fue tachado y en su lugar está inter­lineado "positivos"

[5] Se había escrito: "de la revolución americana". Esto se modificó de la siguiente manera: se tacharon "la" y "americana" y se interlineó "su" antes de "revolución", encima mismo de una tachadura ilegible. Se inter­lineó, luego, "nuestra".

[6] Palabra modificada en su grafía. Se había escrito antes erróneamente "hayan"

[7] Se había escrito: "...este gran continente poblado de diferentes naciones indígenas". Esto se modificó tachando y poniendo entre parén­tesis las palabras que no aparecen en el texto: "poblado" y "differentes".

[8] Se había escrito: ".. .es ciertamente de blancos Europeos y Criollos, pero también es cierto que esta posee una superioridad incontestable sobre la masa general; lo que le da una influencia tan señalada que parecerá supuesta". Esto se modificó tachando las porciones que no aparecen en el texto.

[9] La palabra "unión" está interlineada en lugar de: "unidad" que fue tachada y además, se añadió "h" a la palabra "armonía".

[10] Se había escrito: "... la desproporción en la cantidad numéri­ca. ..". Fue tachado "en la cantidad".

[11] Seguían aquí las siguientes líneas tachadas y puestas entre parén­tesis: "Los blancos en el Perú, sólo son un octavo del total; en Nueva Es­paña y Venezuela un quinto; en la Nueva Granada cerca de la [mitad]; y en la Habana [más] de la mitad aún. En las otras partes (las poblaciones) son relativas a éstas". Hay que observar que "(las poblaciones)" fue ta­chado con anterioridad.

[12] Se había escrito: "Pero observemos". Esto se modificó tachando"Pero" y poniendo mayúscula a "observemos".

[13] Seguía: "al", que fue tachado.

[14] Se había escrito: "habiéndose procurado mantenerla". Se modificó tachando: "procurado mantenerla". La palabra "habiéndose" fue modificada en su grafía tachándosele el final "se", el cual se volvió a escribir inter­lineado.

[15] Se había escrito: "Jamás estos han podido ver a los blancos, sino a través de una grande ilusión, como raros seres destinados por la for­tuna, o por el cielo, para dominarlos. Los negros respetan en el Europeo a su señor: y la esclavitud les ha disminuido su esencia moral; y apenas conservan vestigios de un deseo racional de libertad". Antes de ser ta­chado este párrafo se enmendó una parte de la redacción en la siguiente forma: ".. .o por cielo para mandarlos. Los morenos africanos respetan al Europeo y la bárbara esclavitud les ha disminuido.

[16] La palabra "americano" está interlineada.

[17] El viajero y funcionario francés Francisco De Pons (o Depons) nacido en Soustons (Landes) en 1751 y muerto en París en 1812. Como agente del gobierno de su patria residió en Venezuela entre 1801 y 1804. Fruto de su estancia en la Capitanía general fue su obra “Voyage a la partie oriéntale de la Terre Ferme”. .. (París, 1806, 3 Vols.) a la cual se refiere la cita de Bolívar.

[18] Se había escrito: "En cierto respecto ésta es una verdad que afortunadamente ha sido..." Esto se corrigió tachando después de haberlo puesto entre paréntesis: "es una" y "que afortunadamente". También fue tachado "esta verdad", para escribirlo de nuevo interlineado.

[19] Se había escrito "esclavo" el cual fue tachado y en su lugar se interlineó "doméstico".

[20] Aquí seguía: "hacia su doméstico", que fue tachado.

[21] [Aquí seguía: "con poca industria", lo cual fue tachado.

[22] Interlineado: "a poca costa".

[23] Se había escrito "obtienen", y se le tachó la “n” final.

[24] Aquí seguían las siguientes palabras que fueron tachadas y puestas entre paréntesis: "y a costa de un trabajo muy moderado".

[25] Esta palabra está interlineada sustituyendo "aquellos", que fue ta­chada.

[26] Se había escrito ". . .pretensiones de predominio, que vienen a ser casi nulas". Esto fue modificado incorporando las debidas tachaduras e interlineados para dar el texto que ofrecemos.

[27] Se había escrito: "apático", lo cual fue tachado y en su lugar se interlineó: "pacífico". Esta palabra a su vez se tachó y se interlineó: "apacible".

[28] Seguía "sólo", que fue tachado.

[29] "aun" está interlineado.

[30] "otros" está interlineado.

[31] Se había escrito: "Felizmente esta especie de hombres es la que menos reclama la preponderancia; a pesar de que le asiste el derecho, y posee la fuerza física para lograrla; pues que su número excede a la suma de los otros habitantes. Esta parte de la población americana es una especie de barrera para contener a los partidos de color, porque ella no pretende la autoridad del blanco, porque ni la ambiciona. . ." Se modificó el texto con las debidas tachaduras para dejar la redacción que damos arriba.

[32] Se había escrito: ".. .el amigo del blanco", lo cual se tachó y en su lugar se interlineó "de todos".

[33] Se había escrito: ". . .las leyes lo han igualado a él. . ." Estas pa­labras en[[El jefe realista Francisco Rosete, activo en las inmediaciones de Caracas y en los Valles del Tuy durante los años 1813-1814. La población que se menciona es Ocumare del Tuy, en el actual Estado Miranda.

[34] La palabra "todas" está interlineada

[35] Aquí seguían las siguientes palabras que fueron tachadas después de puestas entre paréntesis: "que proporcionan los".

[36] Se había escrito "el"; se modificó en "al" sobre la palabra anterior.

[37] la primera redacción que decía: ". . .que lo que pueden amar los favores de la fortuna". Con las debidas tachaduras e interlineados, el texto quedó como lo damos arriba.

[38] Las palabras "la dulzura de" y "mucho más de" fueron interlineadas en dos momentos diferentes.

[39] Aquí seguía: "a nuestro favor", lo cual fue tachado.

[40] Aquí seguían las siguientes palabras tachadas después de puestas entre paréntesis: "por consecuencia".

[41] Seguía: "de su dueño", que fue tachado.

[42] Se había escrito: "habitaciones" que fue tachado, e interlineado:"haciendas".

[43] Seguía: "y" que fue tachado.

[44] Aquí seguía: "como en todos los países del mundo se hace, con los jefes de las familias", lo cual fue tachado.

[45] Sobre el caudillo realista José Tomás Boves (Oviedo, 1782-Campode Úrica, 1814), véase la nota 4 del Doc. N1? 382, en el Vol. V.

[46] Sobre el jefe realista Francisco Tomás Morales pueden consultarse la nota 24 del Doc. N° 970 y la nota 1 del Doc. N1? 1.082, ambas en el Vol. VII de esta colección.

[47] El jefe realista Francisco Rosete, activo en las inmediaciones de Caracas y en los Valles del Tuy durante los años 1813-1814. La población que se menciona es Ocumare del Tuy, en el actual Estado Miranda.

[48] Sobre el jefe español Sebastián de la Calzada, activo en las campañas de Venezuela y la Nueva Granada, véase la nota 21 del Doc. N°831, en la Correspondencia Oficial.

[49] Se refiere, en realidad, a la revolución de la parte francesa de la isla de Santo Domingo, hoy República de Haití.

[50] La frase "sin conocer las verdaderas causas de aquella revolución"fue interlineada.

[51] Seguía "y" que fue tachada.

[52] Se había escrito "el" que se tachó. En su lugar se interlineó "un".

[53] Seguía: "los indios, los libertos, los esclavos, en fin", que fue tachado.

[54] Entre "alistados" y "en" hay una palabra (¿acaso "se"?) tachada.

[55] Se había escrito: "los reveses (y) más multiplicados y terribles". Se tachó "y más".

[56] Se tachó "acaba de ver", y en su lugar se interlineó: "ha visto".

[57] Se había escrito: "que jamás han ofrecido". Se tachó: "jamás han"y en su lugar se interlineó: "no habían"

[58] Se había comenzado a escribir: "es", lo cual fue tachado.

[59] Este párrafo comenzaba: "Parece que estáb[amos]" lo cual se tachó después de puesto entre paréntesis. Se puso en mayúscula la letra inicial de la palabra "Estamos".

[60] Se había escrito "p*" como abreviatura de "para". Se modificó sobre la misma palabra para leer "pes." y se añadió "a", dando el texto que ofrecemos.

[61] Se había escrito "adulterar"; se tacharon las dos primeras letras y se modificó la grafía de la palabra para que se lea: "alterar".

[62] La palabra "contra" está interlineada.

[63] Se había escrito: "aquel suelo"; se tachó "aquel" y en su lugar se interlineó "este".

[64] Se había escrito: "...la población dominante", se tachó "domi­nante".

[65] Se tachó "pues", que seguía a "Balanceada".

[66] Está interlineado: "los esclavos".

[67] Se había escrito: ".. .en gran parte. .."; se tachó "gran" y en su lugar se interlineó "una" lo que fue tachado también.

[68] Seguía "siempre" que se tachó, después de puesto entre paréntesis.

[69] Seguían las siguientes líneas que fueron tachadas: "Para los des­cubrimientos de Colón están reservados todos los inconvenientes, todas las oposiciones, sin atenderse a las muchas circunstancias felices que militan siempre en nuestro favor".

[70] Está interlineado: "además".

[71] Se había escrito: "...y navegantes ricos e instruidos"; y se tachó:"e instruidos".

[72] Interlineado: "todos".

[73] Seguía: "Otras veces eran naciones enteras", que fue tachado.

[74] Interlineado: "Lo que es, en mi opinión, realmente temible es". Fue escrito para añadirlo al principio del párrafo, que antes empezaba: "La indiferencia.. ."

[75] Se había comenzado a escribir: "...hasta hoy las contiendas", que se tachó.

[76] Se había escrito: ".. .la anarquía; es precisamente una instigación". Con las debidas modificaciones quedó el texto como lo ofrecemos arriba.

[77] Se había escrito: "verdadero motivo", y se tachó "verdadero".

[78] Seguía: "y fortificar la causa Americana contra la tiranía que le hace padecer la España". Fue tachado.

[79] Interlineado: "repito".

[80] Seguía: "que tan justamente se teme..."

[81] Interlineado: "medidas" en lugar de "ideas", que fue tachado.

[82] Se había escrito: ". . .que no sea la América.. .", y se tachó "no sea".

[83] Seguía: "conducen a su fin", lo cual se tachó.

[84] La firma "El Americano" es autógrafa del Libertador.

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