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DOCUMENTO 3012. OFICIO DE BOLÍVAR PARA EL ALMIRANTE LUIS BRION, FE­CHADO EN ANGOSTURA EL 12 DE JULIO DE 1818, EN EL CUAL LE HABLA DE LAS ULTIMAS OPERACIONES, DE BUQUES COMPRADOS POR LÓPEZ MÉNDEZ Y DE LA EXPEDICIÓN QUE TRAE MAC GREGOR *

Angostura, 12 de julio de 1818.

Al Almirante Brion

El 1° del presente tuve la inexplicable satisfacción de recibir la interesante comunicación de V.E. del 12 del pasado, fe­chada en Juan Griego con los detalles de sus operaciones desde su salida de ese puerto hasta aquella fecha. El celo, la actitud y el tino con que V.E. ha manejado su importante comisión, ha procurado a Venezuela los preciosos elementos que V.E. le conduce y la gloria de dar a la República nuevos testimonios de su amor y decisión.

La descripción, aunque brevísima, de los principales acon­tecimientos de esta última campaña, que verá V.E. en el cua-triplicado que incluyo, da una idea de nuestra situación y la del enemigo, y hace palpar las ventajas que hemos obtenido. Las acciones, aunque parciales, que han tenido lugar después, siempre favorables a nuestras armas, afirman y consolidan la posesión del inmenso territorio libertado. Cuerpos francos de 300, 400 y 500 hombres bien montados, han pasado el río Apure, y hacen incursiones hasta los Tiznados cerca de las serranías; mientras que otros recorren a Calabozo, el Rastro, el Calvario y el Sombrero, impidiendo así a los españoles tomar ganados de todas especies, reduciéndolos a sólo las alturas, y dejándonos a nosotros dueños exclusivos y absolutos del Alto y Bajo Llano. La Provincia de Barinas, donde jamás han ob­tenido un buen suceso las armas del Rey, está hoy con la ocu­pación de San Fernando enteramente en poder de la República, y fuera del alcance de los realistas. Barcelona no cuenta más que unos pocos españoles que guarnecen el Morro, estando el General Monagas en posesión de toda la Provincia. En !a de Cumaná algunos puntos de la Costa y la capital, es cuanto ocupan nuestros enemigos, sin que su corta guarnición sirva más que para estarse a la defensiva dentro de sus trincheras. Los enemigos sólo pueden guarnecer la Costa y las montañas, sin buscarnos en nuestras posiciones. Perdida casi toda su in­fantería española, y sin caballería, nada pueden intentar con buen suceso.

Ocupado incesantemente desde mi separación de San Fer­nando en activar la leva de reclutas y organización de cuerpos de infantería, tengo la satisfacción de ver realizadas mis es­peranzas. En todas las Provincias se ha hecho con éxito y es muy numerosa. Así es que llegando ahora tan oportunamente las armas y elementos de guerra que V.E. envía, nada falta ya para emprender nuestras operaciones con 3.000 infantes por lo menos.

No dilate, pues, V.E. la pronta remisión a las fortalezas de la Baja Guayana de los fusiles, pólvora, plomo, tropas in­glesas, y cuanto V.E.

tenga a bordo útil para el armamento y equipo del ejército, en la inteligencia de que todo nos falta por ahora, menos hombres y caballos Nuestro Diputado en Londres me participa oficialmente, que ha comprado allí cinco navios de 64, que estarán muy pronto sobre nuestras costas. Aunque yo no veo esta compra como útil para Venezuela, que no puede mantener buques de tanto porte, es indispensable que V.E. disponga de ellos, diri­giendo sus avisos a las colonias, a fin de que tengan noticias de V.E.

El señor General Gregor MacGregor debe salir de Inglate­rra con una fuerte expedición para Venezuela, de acuerdo con nuestro Diputado en aquel país; para evitar que esta expedi­ción vague por las Antillas como las demás que el señor Mén­dez ha dirigido, tomará V.E. las medidas necesarias para que a su arribo a ellas sea informado con seguridad de nuestro es­tado, y lugar a donde debe dirigirse, pues la cooperación de esta expedición sobre la Costa, será infinitamente ventajosa a nuestras operaciones militares.

Ha llegado, pues, el tiempo de obrar ofensivamente. El se­ñor General Bermúdez que va cerca de V.E. con facultad mía para tratar con V. E. y comunicarle mi plan de operaciones, le instruirá de mis ideas y proyecto, y comunicará a V.E. las que deberá ejecutar para obrar en combinación conmigo.

Espero con la mayor impaciencia al señor Enviado de los Estados Unidos. El reconocimiento de nuestra independencia, y la guerra de aquella Potencia con la España son sucesos de la más alta consideración. Será recibido con entusiasmo y alegría el conductor de tan faustas noticias.

Dios, etc.

[BOLÍVAR]

* De un copiador de Secretaría. Archivo del Libertador, vol. 25, fol. 99 v° 100 v°. Escrito de letra de Jacinto Martel. Para las características del cuaderno copiador véase la nota principal del documento 2855 en el vol. XIII.

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