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DOCUMENTO 5208. OFICIO DE BOLÍVAR PARA EL VICEPRESIDENTE DE COLOMBIA, FECHADO EN SAN CRISTÓBAL EL 22 DE DICIEMBRE DE 1820, EN EL CUAL EXPRESA SU PESAR POR NO PODER PRE­SIDIR EL CONGRESO PRÓXIMO A INSTALARSE Y SE FELICITA DE QUE SEA EL VICEPRESIDENTE EL LLAMADO A SUCEDERLO.*

Cuartel general de San Cristóbal,

a 22 de diciembre de 1820.

Al Excmo. señor Vicepresidente de la República de Colombia. (Juan Germán Roscio).

Convocado el congreso general de la República para el próximo enero, nada sería más conforme a mis sentimientos y a mis más ardientes deseos que recibir por segunda vez la gloriosa honra de presidirlo e instalarlo. Sólo el irresistible imperio de mi deber, unido a los más grandes intereses de la patria, podrían vencer la extrema repugnancia y el dolor con que marcho alejándome del lugar dichoso en que, reunidos los representantes de la República, por los departamentos de Cundinamarca y Venezuela, van a pronunciar sobre la eterna unión de ambos pueblos, sobre la existencia de Colombia. Por fortuna es V.E. el llamado para sucederme en tan augusta función, y V.E. obtenía ya toda la confianza pública y toda la mía cuando la mereció de la ley. Yo me consuelo, pues, y aun me congratulo al contemplar que mi ausencia de la capital de la República no retardará un momoneto la instalación del congreso general y el cumplimiento exacto de la ley que lo convoca. La ley me autoriza ilimitadamente para allanar las dificultades que ocu­rran sobre las elecciones y yo no solamente transmito a manos de V.E. esta facultad en toda su plenitud, sino que encarecidamente insto y encargo a V.E. no se omita paso ni sacrificio que contribuya al deseado fin de ver instalada la representación nacional y asegu­rada así la libertad y existencia política de la República.

Como al proclamar el anterior congreso la reunión de las antiguas Repúblicas de Nueva Granada, Venezuela y Quito en una sola y al decretar la forma en que debían elegirse y reunirse los repre­sentantes de los pueblos para sancionar y ratificar aquella célebre acta, se creyó que el departamento de Quito estaría ya libre del todo, para el año próximo, y enviaría también su representación y la expresión de su voluntad; siento un intenso dolor al decir a V.E. que no habiéndose efectuado enteramente los planes medita­dos para libertar aquel departamento y existiendo ya libres algunas provincias de él, que no han podido ocuparse aún de las elecciones, sería muy conveniente que el congreso tomase esto en considera­ción para sus trabajos y resoluciones. Reconociendo ellas por ori­gen de su legitimidad y pureza la voluntad del pueblo, no podría prescindirse de la de un departamento tan vasto y considerable como Quito.

Si las atenciones de que voy a ocuparme ahora en mi marcha me permitiesen algunos momentos libres, los emplearé en formar el discurso que debería presentar al congreso general en su instalación sobre la situación de la República. V.E. será el órgano por donde le llegue, pero esto no debe impedir ni retardar un momento la instalación y el que V.E. someta a su consideración todos los negocios que juzgue conveniente.

Dios guarde a V.E. muchos años.

BOLÍVAR

* De un impreso moderno. "Cartas del Libertador" (Fundación John Boulton), tomo XII, págs. 226-227).

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