Al Excmo. señor Vicepresidente de Venezuela.
El Libertador queda impuesto de las comunicaciones de V.E. de 15 del próximo pasado, y me manda diga a V.E. que con preferencia a todo, se remitan al General en Jefe del ejército de Oriente los dos mil fusiles que pide para armar los presentados del enemigo, y los reclutas que pueden levantarse en el territorio libertado y que siga libertando: quiere también que se le remitan las municiones suficientes y demás elementos de que V.E. pueda disponer, y que el resto de los fusiles que V.E. tiene destinados para remitir a Cundinamarca por el puerto de Sabanilla, sigan inmediatamente a allí con seguridad; procurando allanar cualquier inconveniente que haya para el desembarco del cargamento de la goleta Endimión.
S.E. se promete todo de la actividad y celo de V.E., tanto para este negocio como para la remisión al Apure de cuanto antes le tiene pedido a V.E. para este ejército y para Cundinamarca por la vía de Cúcuta. S.E. recomienda mucho la remisión de vestuarios para este ejército, que ya carece de este artículo. También quiere que V.E. disponga que le remitan a Apure cuantos cartuchos puedan elaborar en esa capital.
El Libertador, después de varias comunicaciones con el General Morillo, ha convenido en un armisticio provisorio entre estos dos ejércitos; mientras que llegan a este Cuartel General los comisionados del General Morillo, Brigadier Correa, Don Juan Toro y Don Francisco Linares, que están autorizados para concluir un tratado definitivo de armisticio general, a que S.E. accederá si la naturaleza y bases de esta negociación no son contrarias a los principios fundamentales e intereses de nuestra nación.
Después remitiré a V.E. copias de todas las comunicaciones entre S.E. y el General Morillo que han dado lugar a este armisticio provisorio, pues ahora no hay tiempo.
El General Morillo está en Carache con dos mil infantes, y poco más de doscientos caballos. Nuestras operaciones sobre Maracaibo se aceleran, y lo mismo las del Sur. El General Bermúdez debe obrar conforme a las órdenes anteriores con mucha circunspección y prudencia, a fin de no perder las ventajas adquiridas, y la brillante perspectiva de nuestra situación militar.
Dios, etc.
Trujillo, noviembre 19 de 1820.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* De un impreso moderno. O’Leary, "Memorias"; tomo XVII, págs. 563-564.
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