DOCUMENTO 5089. OFICIO DE BOLÍVAR PARA EL VICEPRESIDENTE DE VENEZUELA, FECHADO EN TRUJILLO EL 30 DE OCTUBRE DE 1820, EN EL CUAL LE PARTICIPA HABERSE PASADO A LOS PA­TRIOTAS EL CORONEL REYES VARGAS*

Al Excmo. señor Vicepresidente de Venezuela.

Puedo retribuir a V.E. su comunicación u oficio del 30 de agosto, con una noticia de la misma especie y complaciente hasta lo sumo. El Coronel Reyes Vargas ha jurado en Carora las banderas de Co­lombia, apoderándose de armas, municiones y demás artículos de guerra que existían allí, con las cuales ha levantado un cuerpo res­petable de caballería e infantería, que ha invadido el territorio ene­migo y obtenido ventajas.

El Coronel Tello, Comandante de la tercera división española, pensó distraer la resolución del Coronel Vargas por una carta seduc­tiva, que es un testimonio de oprobio y vilipendio al ejército español. El oficial que la conducía cayó en poder de nuestras guerrillas, y sin embargo que por las leyes de la guerra debiera ser ejecutado, la franqueza con que este Oficial español ha manifestado el engaño que le hÍzo su Jefe, de que lo enviaba con una correspondencia ofi­cial en la clase de parlamentario, han movido la generosidad del Libertador, para conservarlo como prisionero, y tratarlo con una dig­nidad de que no es acreedor ninguno de ellos.

Tras de esta carta enviaba Tello 300 infantes y 50 caballos que cortasen el movimiento de Carora, trascendental ya a muchos pue­blos. El Coronel Vargas los ha batido completamente y los habrá destruido del todo, si le han llegado en oportunidad los refuerzos que se le enviaron para proteger su resolución.

La reputación y el influjo del Coronel Vargas en el Occidente, las tropas que él ha levantado, el patriotismo y la desesperación de los pueblos cansados de las vejaciones de los españoles, y la aproxi­mación del Ejército Libertador, hacen la reacción del Occidente, sin costamos un hombre, mientras los españoles pierden mil. El triunfo de la opinión es más brillante que el de la fuerza. El Coronel Vargas se ocupará de la toma de Coro, a cuyo efecto se prepara la marcha de un cuerpo respetable que le remite armas, municiones, etc.

Dios, etc.

Trujillo, octubre 30 de 1820.

BOLÍVAR

* De un impreso moderno. O’Leary, "Memorias"; tomo XVII, págs. 523-524.