Angostura, diciembre 14 de 1819.
Al General F. Esteban Gómez.
El 11 llegué a esta capital, dejando a la Nueva Granada libre, tranquila y bien guarnecida. Me propongo libertar a Venezuela en la campaña que voy a abrir. Un ejército tan numeroso y bien provisto, como jamás lo ha tenido la República, asegura el buen suceso de esta empresa.
La operación que va a ejecutar el señor Coronel Mariano Montilla debe contribuir poderosamente a la realización del plan que me he propuesto.
El señor Coronel Montilla, plena y suficientemente autorizado por mí, pasa a esa isla a conducir al punto que le he indicado en las instrucciones, la expedición irlandesa del mando del señor General D’Evereux. Las instrucciones que le he dado abrazan todos los casos y circunstancias en que pueda hallarse, y determinan cómo debe obrar. El Coronel Montilla está, pues, autorizado para tomar todas las medidas necesarias para la ejecución de esta comisión. Así es que US. le franqueará cuantos auxilios pida, y estén a su alcance y obedecerá las órdenes que le comunique dicho señor Coronel Montilla, como emanadas de mí mismo; o que le comunique el Jefe que tome el mando de la expedición, según las circunstancias, conforme prevengo al Coronel Montilla en las instrucciones: de lo que impondrá a US., llegado el caso, el señor Coronel Montilla.
La cooperación de US. con el señor Coronel Montilla es de tan alta importancia, que sin ella nada podrá hacerse, ni se ejecutará la importantísima operación de que va encargado. US., pues, manifestará en esta ocasión como siempre su celo, actividad e interés por el Gobierno.
De esa isla no debe salir un soldado en la expedición. Jamás ha sido mi ánimo extraer un solo hombre de esa heroica isla. Los considero necesarísimos en ella, no tanto para su defensa, cuanto para que repongan los incalculables males que han sufrido de las manos devastadoras de los españoles; y si cuando el General Urdaneta fue destinado a conducir la expedición del General English, se le previno que extrajera 500 hombres, fue por la oferta espontánea que hizo de ellos el General Arismendi. Los esfuerzos de US. deben ser ahora para auxiliar de todos modos al Coronel Montilla, en el pronto embarque de la expedición, contribuyendo con los recursos de la isla.
Confío tanto en el celo y actividad de US. que me prometo que en esta ocasión no se experimentarán los retardos e inconvenientes que en las anteriores.
No me cansaré jamás de recomendar a US. esa ilustre isla y a sus heroicos defensores. Ellos ocuparán siempre un lugar muy distinguido en la República y en mi corazón.
Dios, etc.
BOLÍVAR
* De un impreso moderno. O’Leary, tomo XVI, págs. 556 - 557.
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